La fortuna de las celebrities es tan impredecible que es difícil calcular, con exactitud, la de riquezas que son capaces de adquirir. Y es que muchos de ellos, a pesar de su temprana edad, han demostrado ya saber adaptarse a la vida de una auténtica y relevante estrella, echando mano de sus ganancias para demostrar la gran fortuna que les rodea. Algo similar ocurre, por ejemplo, con las figuras de Justin Bieber y Kendall Jenner, quienes habiendo superado hace poco la veintena son capaces de presumir ya de albergar un gran tesoro entre su patrimonio.
Y todo ello se traduce, básicamente, en la posesión de coches de lujo, joyas, un fondo de armario infinito y repleto de calidad y, cómo no, [i/]https://www.bekia.es/celebrities/noticias/cindy-crawford-cuelga-cartel-se-vende-mansion-malibu-60-millones-dolares/[i]mansiones que acaban dejando a uno con la boca abierta -durante varios minutos además-. Y no es para menos, ya que se trata de auténticos palacios en los que incluso uno podría llegar a perderse. Esta fue, al menos, la sensación que la mayor de las Kendall nos dejó a todos hace unos meses, mostrando rincón a rincón su increíble propiedad de Hidden Hills.
Allí, quien sin duda alguna se convirtió en el protagonista absoluto de sus más de 600 metros cuadrados fue su increíble sofá de color azul eléctrico, valorado nada más y nada menos que en 46.000 euros -sí, sí, habéis leído bien-. Sin duda alguna, el que se ha convertido, hasta el momento, en el "juguete" favorito de la top model dentro de su insuperable vivienda de Los Ángeles, diseñado por uno de los hermanos Campana para Edra.
De esta forma, no es de extrañar que las históricas estrellas del mundo de la canción, el teatro, la gran pantalla y los negocios tengan entre sus riquezas piezas inmobiliarias de la talla de la de Kendall Jenner. O incluso mucho más sorprendentes. Como ocurre con el dúplex de Sting, el famoso bajista de la banda británica The Police que, desde hace décadas, decidió emprender su camino en solitario. Una fama que le ha permitido poder cumplir todos y cada uno de sus sueños y vivir como un auténtico rey.
La que seguramente se haya convertido durante todos estos años en la guarida perfecta para el cantante, que ahora presume de llevar colgado el cartel de ' Se vende '. No sabemos si será por razones de trabajo o porque simplemente haya optado por buscar un lugar mejor en el que vivir, pero lo cierto es que Sting se ha lanzado a buscar un nuevo propietario para su lujoso 'palacete' neoyorquino. Un hogar que presume de exquisiteces y peculiaridades y que ofrece a sus propietarios increíbles vistas del skyline de la ciudad, bañado por un toque de naturaleza gracias a la también cercanía de Central Park.
Una indudable pieza de colección
Así de primeras, tampoco es de extrañar que esta inigualable pieza de colección haya alcanzado un valor desorbitado. No obstante, aquel o aquella afortunada que quiera hacerse con el que ha sido hogar de este afamado rostro del mundo de la música durante estos últimos años, tendrá que armarse de valor y desembolsar la cantidad de nada más y nada menos que 56 millones de dólares. Un precio demasiado elevado por el que no cualquiera podría verse atraído, quedando al alcance tan solo de quienes pueden permitirse el lujo de cualquier cosa.
del edificio en el que se encuentra el ático de Sting en Nueva York | Foto: Sotheby's Homes
Para el resto, nos queda el consuelo de admirar, con auténtica devoción, cada una de las estancias de este perfecto ático neoyorquino. Una mansión, podría decirse, donde se ha tenido bien en cuenta tanto la estructura como el espacio y en la que la decoración y la elegancia adquieren una relevancia bastante considerable. En total, la dimensión de la casa alcanza la totalidad de 500 metros cuadrados, entre los que se distribuyen cuatro dormitorios, cuatros cuartos de baño, dos aseos, una gran cocina con isla central, una biblioteca, un despacho y varias salas de estar.
Todo ello decorado bajo la más absoluta delicadeza y donde toman gran protagonismo sus ventanales, los cuales van directamente desde el suelo hasta el techo. De esta forma, además de proporcionar una iluminación plena, se consigue que las vistas a la ciudad queden como si de un cuadro se tratase. Un detalle que, además, se puede divisar desde todas las habitaciones de la casa, otorgándole así una mayor categoría. Por su parte, en el dúplex de Sting también destaca el uso del mármol para los muebles, el terciopelo para los sofás, la presencia de chimeneas en las principales estancias de la casa y el uso de los colores neutros para la decoración.
Asimismo, uno de los espacios que a simple vista cautiva dentro de este hogar neoyorquino es la delicadeza y sensualidad que su escalera de caracol ofrece a simple vista, desde la que se puede acceder al piso superior de la casa. La tonalidad roja y la textura aterciopelada que a simple vista ofrece entra por los ojos de cualquiera. Además, y por si todo esto fuera poco, el edificio en el que dicho ático se encuentra también destaca por todos y cada uno de los servicios que a sus propietarios ofrece, disponiendo de un gimnasio, un cine privado, un restaurante, una bodega, una piscina, una sauna, una sala de juegos y un parque infantil.
Así, tanto padres como hijos quedarán satisfechos con todas estas propuestas, y a tan solo unos pasos de los sitios más emblemáticos de la ciudad. De esta forma, estamos más que seguros que tanto la comodidad como la felicidad del artista habrá aumentado a lo largo de los años en los que ha residido en este flamante ático. Un hogar que se sumará a la lista de paradas oficiales de esta estrella de la canción y, sin duda alguna, recordará como uno de sus favoritos. Mientras tanto, y hasta que se conozca quien será el próximo propietario, el británico seguirá volcado en sus trabajos profesionales, deleitando con su música a sus más absolutos e incondicionales fans.