Si la sucesión del título parecía ya resuelta después de que los hermanos decidiesen unánimemente que le correspondía a la primogénita, ahora la asociación justifica su decisión basándose en lo siguiente: "El proceso por el que los descendientes del dictador tratan de constituir una dinastía nobiliaria puede ser constitutivo de delito, por tratarse de un acto de enaltecimiento de la dictadura, de la violencia política y del terrorismo de Estado".
La ARMH va todavía más allá y considera que "es una forma de humillación a las víctimas de los delitos más graves que pueden cometerse contra un ser humano, como son las desapariciones forzadas, las torturas o el asesinato". Su postura es tajante e inamovible: "La sucesión del Ducado de Franco con Grandeza de España atenta contra los valores democráticos y contra los derechos de las víctimas de la dictadura".
Acumulación de problemas
Sin duda, no corren buenos tiempos para la familia que en su día fue la más importante de España. Después del fallecimiento de la matriarca del clan el pasado diciembre, sus descendientes parece que buscan librarse de los problemas con decisiones como la venta del polémico Pazo de Meirás, pero los problemas parecen no querer desaparecer para ellos.