Han tenido que pasar casi dos años para que la vida de Georgina Rodríguez, en concreto su pasado, haya empezado a ser cuestionado. La novia de Cristiano Ronaldo está cumpliendo un sueño, y es que sus circunstancias cambiaron de la noche a la mañana después de cruzarse en la vida del futbolista.
Hasta el momento, a pesar de que se hayan conocido aspectos de su vida pasada antes de comenzar con el luso, no se sabía nada sobre su familia, simplemente algunos datos que la alejaban de su padre que la mantenían muy unida a su madre y sobre todo a su hermana Ivana, quien la acompaña siempre que puede. Desde que se ha marchado a Italia, en concreto a Turín, para seguir los pasos del futbolista y poder estar con él y sus cuatro hijos, su vida ha sido puesta en el punto de mira, puesto que apareció en la Mostra de Venecia como una estrella de Hollywood y no deja de estar rodeada tanto de lujos como de glamour.
Georgina Rodríguez, espectacular en su llegada al Festival de Venecia 2018Kike Calleja ha indagado sobre su pasado, y más que eso, se ha puesto en contacto con algunas amistades que no saben nada de ella desde que empezó con Cristiano Ronaldo y que la tachan de interesada y prepotente. Primero comenzó a trabajar en un local de copas, luego estuvo en un restaurante que además frecuentaba mucho Cristiano Ronaldo y más tarde tuvo que marcharse a Reino Unido cuando su situación se volvió más precaria, donde trabajó como niñera. A su regreso a Madrid estuvo trabajando en una discoteca como chica de imagen, y más tarde en Gucci donde se afianzó su relación con el portugués. El futbolista iba a recogerla al trabajo, lo que le generó muchos problemas perdiendo su trabajo. Más tarde consiguió otro, pero iba acompañada por el personal de seguridad de Ronaldo para que no tuviese ningún problema y eso consiguió que volviese a perder su trabajo.
Pocos apoyos y muchos frentes abiertos
Por lo pronto, no es oro todo lo que reluce, puesto que a pesar de intentar mostrarse amigable con quienes la rodean y de ser alabada por su hermana Ivana, tanto sus abuelos paternos como sus tíos le echan en cara que no les haya prestado ningún tipo de ayuda ahora que su situación económica ha mejorado y que se lo puede permitir.
