Sandra Ortega
Sandra Ortega y su madre eran uña y carne y, sin embargo, con su padre la relación fue progresivamente deteriorándose. Y es que, el detonante de este revés fue la separación de sus padres, que se hizo legalmente efectiva cuando su entonces mujer, Rosalía Mera, descubrió que Amancio Ortega había tenido una hija con Flora Pérez, segunda mujer del empresario y madre de Marta Ortega. Ambos habían llevado su romance en secreto y, aunque el matrimonio parecía estar roto desde hacía tiempo, lo cierto es que Mera no había tenido noticia de esta relación. "Fue la última en saberlo y es normal que el trato con Amancio acabase siendo inexistente por la mala manera que acabó su matrimonio", escribió Xabier R, Blanco, autor de un libro dedicado a la primera mujer del empresario.
Marta Ortega
La hija pequeña de Amancio Ortega es la única hija del empresario nacida de su matrimonio con Flora Pérez, a quien conoció en Inditex. Ella formaba entonces parte de la plantilla de la sección de corte en los talleres de Zara y, parece que fue entre patrones, tejidos y máquinas de coser donde surgió la chispa. Sin embargo, su relación era todo un secreto, pues él todavía estaba casado, pero cuando nació la pequeña Marta, la situación saltó por los aires.
Él se divorció y ya en 2001 la pareja contrajo matrimonio en el Pazo Do Drozo con Marta Ortega como testigo de excepción. La joven ha recibido una educación exclusiva que le ha llevado a pasar por algunos de los colegios de mayor renombre no solo del país, sino también fuera de sus fronteras. La jinete estudió los últimos años escolares en un prestigioso centro en Suiza, así como la carrera universitaria tuvo la suerte de poder cursarla en la capital británica.
Apasionada de las fiestas, de las reuniones más elegantes del país y de los planes más exclusivos, la hija pequeña de Amancio Ortega es el ojito derecho de su padre. Ahora bien, esto no significa que lo haya tenido fácil. Desde pequeña sus padres han querido inculcarle los valores de humildad, trabajo y perseverancia y, por ello, la que está llamada a ser la próxima heredera de Inditex, ha ido ascendiendo desde los puestos más bajos de la empresa de cara al público, hasta las oficinas de la compañía.
Sin embargo Inditex no es su único frente en el horizonte, sino que su pasión por la equitación es otra parte esencial de su vida. Ortega ha competido en numerosos campeonatos, un hobby que compartía con su primer marido, y que la ha convertido en un rostro fijo de la cita anual en el Concurso de Saltos Internacional de A Coruña, un certamen que se celebra en Casas Novas, un recinto propiedad de los Ortega.
En el plano personal, Marta Ortega mantuvo una relación con el jinete Sergio Álvarez-Moya, con quien contrajo matrimonio en 2012 tras tres meses de noviazgo. Juntos se convirtieron en padres de su primer y único hijo en común, el pequeño Amancio, llamado así en honor a su abuelo. Desafortunadamente, lo suyo no llegó a buen puerto y en 2014 anunciaron su separación. Lo cierto es que ninguno de los dos tardó en pasar página y, mientras que el jinete lo hizo de la mano de la arquitecta Nina Ulenberg, Marta Ortega lo hizo con Carlos Torreta, hijo del diseñador Roberto Torretta.
Muy discreta con sus relaciones, en su romance con Torretta sí pudo percibirse un cambio en su forma de comportarse ante la prensa, ante quienes no ha dudado en posar en algunas citas importantes como la Mercedes Benz Madrid Fashion Week. Finalmente, la pareja pasó por el altar en 2018 en el Pazo de Anceis, el mismo lugar en el que sus padres contrajeron matrimonio y donde ella misma lo hiciera en su primera boda. Desde entonces, los recién casados han sido la viva imagen del amor y la compenetración, pues no han dudado en compartir abrazos, arrumacos y otros gestos de complicidad que denotan la constante luna de miel que atraviesan.
La relación entre las hermanas Ortega
Sus distintas formas de ser, así como de entender el apellido y el negocio que las une ha provocado que la relación entre las dos hermanas sea inexistente. Las personas más cercanas a las dos protagonistas confiesan que entre ellas apenas existe trato y que, cuando lo hay, es por cuestiones puramente profesionales. Y es que, mientras que Sandra Ortega huye de la fama y de cualquier alarde de ostentosidad, la hija pequeña de Amancio Ortega es todo lo contrario.
Amante de las grandes fiestas, de exclusivos viajes en yates y de los grupos más selectos de la sociedad española, Marta Ortega pertenece a esa denominada 'jet set' patria. Entre sus amigos están la modelo Eugenia Silva, Jon Kortajarena, Amaia Salamanca o Carlota Casiraghi. Ahora bien, no solo las distintas oportunidades recibidas han sido claves para su nulo trato, sino que el comportamiento del empresario con su primera mujer hizo mella en la relación con su hija mayor, cuyo trato es también un misterio. De hecho, cuando falleció Rosalía Mera, Marta Ortega no hizo acto de presencia en el entierro de la mujer que ayudara a la construcción del Imperio que ella heredará, de la misma forma que Sandra Ortega no acudió a ninguna de las bodas de su hermana pequeña.