Si ya es difícil que una persona triunfe en el mundo del deporte, las probabilidades de que sean dos miembros de una misma familia los que lleguen a lo más alto son cada vez más pequeñas. Sin embargo, y al igual que hicieran los hermanos Gasol o Felipe y Alfonso Reyes, Marta y Rudy Fernández han logrado combatir las estadísticas y disfrutar de un reconocimiento a la altura de su implicación en el campo.
Sus padres, Maite y Rodolfo, también fueron jugadores profesionales de baloncesto, un terreno en el que incluso ellos comenzaron su relación. De hecho, a su madre le ofrecieron formar parte de la Selección Española Femenina, pero las circunstancias salariales no eran las más adecuadas y finalmente declinó la oferta. De manera que, a ninguno de ellos les extrañó que sus dos hijos tomaran la firme decisión de encaminar su vida al que en su casa había sido el deporte rey. Y es que, su propia madre confesaba que el pequeño de los hermanos dio sus primeros pasos en un pabellón durante un partido de baloncesto en Mallorca, de donde la familia es natural.
Marta Fernández
Es la hermana mayor de Rudy Fernández y al igual que hiciera su hermano, ya apuntaba maneras desde pequeñita. Tras terminar sus estudios pasó a formar parte de las filas del Segle XXI y desde 2001 estuvo en el Ros Casares de Valencia. Allí permaneció tres temporadas y gracias a su trayectoria, también en el Barcelona, consiguió dar el salto a la WNBA de la mano de Los Angeles Sparks.
Tras su etapa americana, el por entonces líder de la liga femenina polaca ejecutó su fichaje hasta el año 2010, cuando finalmente decidió regresar a España y, en concreto, a la que ya había sido su casa, el Ros Casares. No obstante, no fue allí donde terminó su carrera deportiva, sino que en 2011 entró a formar parte del Perfumerías Avenida, donde se despidió en el año 2015.
Ahora bien, Marta Fernández no solo ha triunfado en cada uno de sus equipos, sino que también ha sido una jugadora esencial para la Selección Española Femenina. Con ella ha logrado dos bronces europeos y uno mundial, así como otra primera posición en el europeo de las categorías inferiores. Además, los reconocimientos también le han llegado a nivel personal siendo elegida hasta en tres ocasiones como MVP en campeonatos españoles.
Aunque en 2015 anunciara muy emocionada que se retiraba de la competición, lo cierto es que su vida ha seguido ligada al mundo del baloncesto. La joven es licenciada en periodismo y, gracias a él ha conseguido unir sus dos grandes pasiones. Y es que, la que fuera escolta suele colaborar en las retransmisiones tanto de la Selección Española como de la Liga Nacional. "El baloncesto lo es todo. No me veo dedicándome a algo que no tenga relación con este deporte", declaraba en 2010 a El Mundo.
Precisamente en ese mismo año, Fernández contrajo matrimonio con Alberto Miranda, ligado también al baloncesto, aunque en su caso como entrenador. En 2019 la periodista y exjugadora anunció en sus redes sociales que pronto se convertirían en padres de su primer hijo, y lo hizo con una bonita dedicatoria: "Todavía no te conocemos y ya te queremos con locura. Bienvenid@ al equipo".
Rudy Fernández
Nació en 1985 y apenas se lleva tres años con su hermana. Aunque a una corta edad no discriminaba entre fútbol y baloncesto, parece que poco a poco el segundo se fue imponiendo y, al poco tiempo de comenzar a jugar le llegaría su primera gran oportunidad. Y es que, la Joventut le fichó para sus categorías inferiores y, aunque aquello suponía dejar a su familia en Mallorca para instalarse en Barcelona, lo cierto es que a día de hoy quizás Rudy Fernández no sería quien es si no hubiera llegado a tomar semejante decisión.
Allí comenzó a demostrar su talento y, poco a poco se fue haciendo un hueco en el equipo hasta que en la temporada 2002/2003 pasó a formar parte del primer equipo gracias a la oportunidad que le dio Aíto García Reneses. No obstante, su éxito no solo se dejaba ver en el conjunto catalán, sino que por entonces ya había acudido a la Selección Junior y, tras su gran temporada pasaría a ocupar un hueco en la convocatoria de la absoluta para disputar sus primeros Juegos Olímpicos, celebrados en Atenas.
Desde entonces su leyenda no hizo más que aumentar, motivada también por el Campeonato Mundial que tuvo lugar en Japón y en el que España consiguió hacerse con el oro frente a Grecia. En aquellos momentos Rudy Fernández ya era toda una figura del deporte y conseguía arrastrar así a buena parte de la afición española. No obstante, el baloncestista quiso probar suerte en la NBA y aterrizó en Portland hasta convertirse en uno de los jugadores más valorados de la liga estadounidense. De hecho, fueron los propios aficionados los que le permitieron ser el primer español en disputar un concurso de mates, por delante de otros jugadores ya asentados como lo era Pau Gasol.
Sin embargo, y como consecuencia de sus problemas de espalda, su segunda temporada en Estados Unidos fue más irregular y ya entonces el empezó a sentir que su época en el país norteamericano estaba llegando a su fin. En parte desmotivado por los resultados del equipo, y movido por las ganas de volver a estar con su familia, fueron muchos los rumores que señalaban la inminente vuelta de Fernández a la competición europea. No obstante, quiso cumplir con su contrato y, tras muchas habladurías declaró: "Quiero demostrar respeto a la franquicia de los Blazers, a la ciudad de Portland y a los aficionados del equipo. Pero en mi corazón mi deseo es volver a casa, estar cerca de mi familia, de mis padres y de mis amigos. Espero y creo que todos los fans de Portland me puedan entender. Mi estilo de juego se adapta más a Europa que al sistema de la NBA y por eso prefiero volver a casa".
De manera que, en 2011 finalmente vio cumplido su deseo y regresó a España para convertirse en el fichaje estrella del Real Madrid. Desde entonces, no solo ha sido un miembro esencial de su equipo, sino que, además, junto a su trayectoria en el equipo nacional, ha conseguido un palmarés al alcance de muy pocos. Puede presumir de un campeonato del mundo, tres europeos y dos platas olímpicas, además de cuatro ligas y cinco Copas del Rey y más de diez reconocimientos individuales.
En lo que respecta a su vida privada, la única relación que se le ha conocido es la que mantiene con la modelo Helen Lindes desde 2011. Ambos se conocieron cuando el jugador se puso en contacto con la modelo para que esta participara en un acto benéfico y, aunque al principio lo llevaron en secreto, una vez que salió a la luz no dudaban en gritar su amor a los cuatro vientos. De este modo, en 2015 se casaron en un Castillo de Pollença en una de las bodas más multitudinarias y donde numerosos rostros conocidos hicieron acto de presencia. Y apenas un año después vieron hecho realidad su sueño de convertirse en padres con la llegada del pequeño Alan. Y es que, tanto la modelo como el jugador de baloncesto ya han declarado en más de una ocasión la pasión que sienten por los niños. En este sentido, destaca el campamento que anualmente organiza Fernández con el baloncesto como principal protagonista, y en el que él mismo comparte actividades y divertidas veladas con los más jóvenes.
La relación entre los hermanos Fernández
Si hay una palabra que describe la relación entre las dos estrellas de baloncesto, esa es admiración. Cada uno de los hermanos es el mejor patrocinador del otro a nivel profesional, pero es que, en el trato cercano, su trato no podría ser mejor. Así lo muestran ellos mismos a través de sus redes sociales, donde publican instantáneas y vídeos compartiendo días y, sobre todo, tardes de juego con el hijo de Lindes y Fernández por el que, a decir verdad, Marta Fernández siente verdadera predilección.
Ya lo habíamos mencionado antes, pero la madre de los dos hermanos insiste en que, a pesar de compartir deporte, entre ellos no ha habido ningún tipo de celos: "A ella le daba rabia la desigualdad. Luchaba igual, pero no se veía recompensada. Él siempre dice que Marta es la que tiene más talento". Lo cierto es que ambos suelen dejarse mensajes de apoyo en las redes como este que escribió el escolta del conjunto blanco en 2015: "Seis copas para mi hermanita. Solo puedo decir que me siento orgulloso de ser el hermano de ella. ¡Muchas felicidades! ", a lo que su hermana respondió: "Muchas gracias, guapo! Tranqui, que llevo con mucho orgullo ser la hermana de Rudy.