Los comienzos no fueron fáciles
Ya sus comienzos como padre fueron bastante turbulentos, pero lo que relató unas semanas después a su vuelta en 'Sábado Deluxe' fue aún más doloroso para él. Hernandez contó que a la primera que sostuvo entre sus brazos fue a Jimena, porque sufrió una parada cardiorrespiratoria al nacer y estuvo a punto de morir. Relataba la situación visiblemente emocionado, puesto que la pequeña además tuvo que estar dos semanas en la incubadora.
Las visitas de los compañeros
Todos decidieron hacerse fotos con la mítica puerta de entrada de 'Villa Chatín' y, como los dos mencionados, también acudieron Paz Padilla y Carlota Corredera. Lydia Lozano volvió a convertirse en el foco de atención porque Kiko Hernández dijo que no había sabido nada de ella. Finalmente, todos conocieron a las pequeñas y disfrutaron mucho junto a Kiko Hernández.
Presentación en sociedad
A pesar de que todo el mundo pensaba que la carita de las hijas de Kiko Hernández nunca podría ser vista por nadie, ya que siempre ha hecho alarde de su privacidad y sus pocas ganas de que alguien sepa algunos aspectos de su vida personal. Sin embargo, el colaborador decidió presentar a las pequeñas en sociedad y, nada más y nada menos, que en la portada de la revista Diez Minutos.
Además, si hay algo que llamó la atención, fue que posó junto a Mila Ximénez y Kiko Matamoros. Hernández sostenía a una de las pequeñas y Ximénez a otros, mientras que Matamoros solo posaba para la foto. En la revista también habló sobre el bautizo de sus hijas, a las que quería bautizar rápido por lo que le había ocurrido a una de ellas. Finalmente optó por esperarse a España y las mellizas fueron bautizadas en la iglesia de San Antón por el Padre Ángel.
Su cambio de actitud
Algo muy comentado tras la paternidad de Kiko Hernández ha sido su visible cambio de actitud. Antes de que decidiera ser padre, el colaborador siempre se ha caracterizado por ser bastante mordaz en los comentarios durante sus intervenciones en 'Sálvame' y muy guerrero con todos los compañeros. Sin embargo, desde que Kiko Hernández se haya convertido en padre, parece que su carácter se haya suavizado y sea algo más 'bueno' con todos los que pasan por el programa.
¿Adiós 'Villa Chatín'?
La llegada de dos niñas recién nacidas supone un cambio radical en la vida de cualquier persona. En la de Kiko Hernández no iba a ser para menos y, por eso, también ha comentado en alguna ocasión que se ha estado planteando dejar su casa de toda la vida y tan mítica como 'Villa Chatín' por la accesibilidad.
Según comentó para Qué me dices, Kiko Hernández se quería cambiar de casa por la seguridad de las niñas. Lo que busca es una casa de un piso y que esté más cerca de diferentes colegios para que sus hijas puedan tener cerca los centros escolares. Sin lugar a dudas, sería una lástima que Hernández dejara la mítica 'Villa Chatín'.
Las Campanadas
Si ha habido un momento importante que ha marcado la vida de Kiko Hernández en este primer año de sus hijas, ha sido el momento de las Campanadas. El colaborador junto a sus compañeras Terelu Campos, Lydia Lozano, María Patiño y Mila Ximénez disfrutó de una noche mágica que le sirvió para concluir un año lleno de emoción y sentimientos marcados por el nacimiento de sus hijas.
Junto a sus compañeras de 'Sálvame' vivió una noche estupenda en la que no pudo evitar acordarse de las pequeñas cuando Jorge Javier Vázquez trató de que se emocionara. "He salido de casa a las cuatro de la tarde y cuando he salido por la puerta me he puesto a llorar porque me ha dado mucha pena", explicaba el colaborador. A pesar de esto, quiere que sus hijas estén orgullosas de él y aseguró: "Este programa lo voy a grabar, son muy pequeñas, pero lo voy a grabar y espero que el día de mañana se lo pongan y estén orgullosas de su padre".
Recientemente se sabía que Kiko Hernández había comentado en la fiesta post-campanadas que había adelgazado nada más y nada menos que 13 kilos, por lo que el año desde que nacieron sus hijas ha venido lleno de cambios. Además, dijo de lo más feliz: "Tengo una familia maravillosa que vive a mi lado y nos vamos apañando [...]. La recompensa es la leche, maravillosa, simplemente por la mañana ver esas miradas y esas sonrisas, recompensa, aunque no duermas en toda la noche".