El 22 de septiembre de 2017, Aaron Carter decidía ingresar en un centro de rehabilitación para intentar solucionar sus problemas con las drogas. Esta decisión fue tomada exclusivamente por él a raíz de los diferentes conflictos en los que se había visto envuelto, el último de ellos había sido el 21 de septiembre cuando la policía acudió a su casa de forma urgente tras la llamada de un amigo. Este se preocupó por el cantante tras una conversación por FaceTime que le dejó lo suficientemente tenso como para pensar que su amigo estaba en peligro.
Antes de este suceso, Aaron Carter había sido detenido junto a su exnovia por conducir bajo los efectos del alcohol y poseer drogas. Este hecho no lo confirmó, incluso lo desmintió, asegurando que todo lo sucedido había sido a consecuencia de problemas con el coche. Esta declaración no se tuvo demasiado en cuenta porque la casa del cantante había sido visitada cuatro veces por los policías en menos de 34 horas.
Después de pasar unos días en el centro de rehabilitación, Carter abandonaba el lugar debido a asuntos legales y personales que debía atender. En este breve periodo de tiempo, compartía con sus seguidores una imagen del progreso, en esta fotografía comparaba su estado físico de antes de entrar a la clínica con el estado de ese momento. La diferencia era considerable y se podía apreciar perfectamente gracias a los 13 kilos que hasta entonces había ganado desde su ingreso.
"De 52 kgs a 65 kgs en solo tres semanas", escribió junto a la publicación. " Continúo centrado en mí y en mi salud. Necesitaba algo de tiempo para sanar y este es un resultado directo ". "Gracias a todos los que han continuado creyendo en mí y se han quedado a mi lado", explicaba el cantante a través de su cuenta de Twitter días antes de que volviera a ingresar por cuenta propia en la clínica para seguir con su proceso de rehabilitación.
Pero el progreso no ha quedado ahí, a mediados de noviembre el cantante volvía a publicar una instantánea en su Instagram en la que mostraba como la mejora de salud era evidente en el cambio físico y comparaba, de nuevo, el antes y después de su ingreso. Además, añadía al pie de foto la siguiente descripción: "Pasé de 115 libras a 160 libras en dos meses, me siento increíble. 2018, ¡Estoy listo para ti!". Sin duda, el resultado es que Carter ha pasado de 53 kg a casi los 73 kg, un cambio que llena de alegría a todos sus seguidores.
Los problemas se solucionan con música
Los problemas de Aaron Carter surgen de su infancia debido a la muerte de su hermana y la relación con su madre. El cantante dio una pista de ello en 2015 cuando compartió en Twitter una carta en la que decía: "El amor es la cosa más difícil de tratar en mi vida. Soy constantemente mal entendido y juzgado por mi pasado, soy un tipo muy sensible y sí, celoso e inseguro a veces, porque sé que soy débil cuando se trata del asunto de la ansiedad".
Ahora el cantante ha querido superar su pasado y no se decantó por su ingreso en la clínica de rehabilitación para salir del infierno que estaba viviendo, sino que también ha tomado la decisión de escribir nueva música, la cual según él mismo informaba, ya está de camino. Una increíble noticia para los fanáticos del cantante que esperan con ansia este nuevo comienzo después de que no pudieran disfrutar de su último disco sacado en el mes de enero a consecuencia de todos los problemas que le han llegado a Carter desde entonces. Ojalá siga evolucionando y 2018 le traiga felicidad, mejor suerte y mucha salud.