No lleva ni una década en el mundo de la música, sin embargo, Justin Bieber es una de las mayores estrellas de la industria con tan sólo 22 años y desde hace ya ocho, es decir, cuando el cantante tan sólo era un niño. Es por ello que su imagen es una de las cosas que más ha cambiado desde que fuera descubierto en 2008 gracias los vídeos que su madre colgaba en Youtube, hasta la actualidad, cuando ya se ha convertido en todo un fenómeno con millones de seguidores en todo el mundo, de discos vendidos, de visitas en sus videos y con cientos de conciertos mundiales repletos de un fiel público adolescente.
En el año 2011, el cantante empezó a dejar atrás su imagen aniñada comenzando por su característica melena, pasando a llevar el pelo más corto y probando nuevos peinados. Y aunque, durante el año siguiente, Bieber volvió a llevar el pelo más largo en alguna ocasión, su corte a tazón pasó a mejor vida en el último tramo de su adolescencia para dar paso a los variados looks que ha lucido desde entonces.
En definitiva, se trataba de una imagen más adulta y sofisticada en la que podía apreciarse lo mucho que el cantante ha madurado físicamente, aunque, por otra parte, también pudimos verle con este look en su ficha policial a principios del año 2014, cuando el artista fue detenido por exceso de velocidad, consumo de drogas y permiso de conducir caducado.
Su fiel apuesta por el rubio platino
Aunque últimamente estamos acostumbrados a verle con el pelo de color rubio platino, lo cierto es que en diciembre de 2014 se produjo toda una revolución cuando Justin Bieber decidió teñirse de un tono casi blanco que gustó y disgustó a partes iguales entre su público. Sin embargo, aquella no fue la primera vez que el canadiense echó mano del tinte, ya que dos años antes había oscurecido drásticamente su melena unos cuantos tonos hasta ser castaña oscura y entre tanto nunca lo había llevado tan claro como entonces.
Sin embargo, tampoco era la primera vez que Justin Bieber apostaba por el arriesgado rubio pollo, aunque sí desde que está en la vida pública. Y es que el cantante ya había lucido ese look cuando era más joven, puesto que, cuando era pequeño, el artista se teñía de rubio platino todos los veranos porque quería ser como Eminem.
Tras su sorprendente cambio de look a finales de 2014, el exnovio de Selena Gomez fue dejando crecer su melena hasta que esta fue cogiendo un tono más natural, como resultado de sus propias raíces y la pérdida de la decoloración. Así, durante todo el año pasado, Bieber lució una melena de tonos dorados usualmente peinada hacia atrás, hasta que se rapó los lados de la cabeza volviendo a lucir un gran flequillo, pero con otro estilo.
Después de pasear esta imagen más desaliñada por los escenarios de sus conciertos, Justin Bieber reapareció en los Grammy 2016, celebrados el pasado mes de febrero, con un impoluto rubio platino que dejó de nuevo atrás sus raíces. Aunque lo cierto es que en apenas dos meses, el cantante de 22 años, volvió a decir adiós a este look que tanto le gusta, para probar con algo que nunca antes se había hecho en el pelo.
Su último cambio de look: Bieber se rapa el pelo
El canadiense, que actualmente está inmerso en su nueva gira, sorprendió a todos sus fans el pasado 30 de abril con un nuevo e inédito look capilar: Bieber se ha rapado la melena, llevando así el pelo más corto que nunca a la vez que se despide de su tinte rubio platino y de las rastas que lució durante los iHeartRadio Music Awards 2016. Tan impactante fue la revelación del nuevo cambio de imagen del artista en las redes sociales, que el hashtag #RIPJustinHair llegó a ser Trending Topic en nuestro país.