Actriz de éxito, productora, guionista, directora, filántropa, madre de familia numerosa... Angelina Jolie es una mujer todoterreno que además es considerada una de las estrellas más bellas de Hollywood. Y es que, a pesar de lo mucho que ha cambiado, sus grandes ojos claros y sus labios carnosos siempre han sido la seña de identidad de su belleza.
A finales de los años ochenta, una jovencísima Angelina Jolie, que ya sabía lo que era moverse en el mundo de la interpretación, también trabajaba como modelo en sesiones de fotos y, en aquella época lucía una larga melena lisa en un tono algo más oscuro que cuando era niña y rubia. A partir de entonces, y según se iba desarrollando su carrera como actriz, fueron llegando los primeros cambios de look de los muchos que ha experimentado a lo largo de los últimos veinte años.
En la piel de la superheroína de videojuego Lara Croft volveríamos a encontrarnos con la Jolie morena en la saga 'Tomb Raider', donde trabajó junto a su padre. Y más allá de las caracterizaciones que han requerido cintas como 'El intercambio' o 'Maléfica', los papeles de la actriz no han interferido tanto en su imagen durante los últimos 10 años como en etapas anteriores.
A pesar de todos estos cambios de look a lo largo de toda su carrera, durante la última década la imagen de Angelina Jolie ha sido menos cambiante y su estilo más definido, evolucionando desde una mujer sexy y glamourosa hasta otra más elegante y sofisticada, pero igual de atractiva.
Un estilo definido tras una imagen muy ecléctica
Otro de los grandes cambios físicos por los que ha pasado Angelina Jolie en los últimos tiempos han sido fruto de la cirugía preventiva contra el cáncer a las que la actriz decidió someterse dado su historial familiar. En 2013, Jolie se realizó una doble mastectomía y, dos años más tarde, volvió a pasar por quirófano para extirparse los ovarios y las trompas de falopio.
Sin embargo, la última transformación de la actriz puede que haya sido la más llamativa puesto que, si bien sigue luciendo el mismo peinado y forma de vestir, recientemente Angelina Jolie ha aparecido más flaca que nunca. Una extrema delgadez que no sólo se nota en su figura, sino que también se traduce en su rostro, con los rasgos y los pómulos más acentuados de lo que era normal en la actriz.