Han pasado siete largos años desde que Adele publicase '19', su álbum debut tras el que llegaría '21', el disco con el que batió todos los récords y, desde entonces, la artista ha cambiado mucho en todos los sentidos. Su música siempre ha sido un fiel reflejo de la evolución que ha ido experimentando en lo personal.
Esta drástica pérdida de peso, con la que cantante sorprendió el pasado mes de septiembre tras pasar tanto tiempo alejada de los escenarios, no ha sido el único cambio en la imagen de Adele ya que, lógicamente su look también ha evolucionado de forma notable a lo largo de todos estos años.
También es verdad que los estilismos de moda en la década pasada no ayudan y, además, en aquella época la cantante inglesa era muy joven. Y aunque lo sigue siendo, ahora que se acerca más a los 30, su estilo es mucho más maduro y elaborado que entonces, cuando apenas tenía 19 años y acababa de pasar de ser una chica normal a convertirse en toda una estrella de la música.
Además de adelgazar, su look ha cambiado completamente
Al igual que con la ropa, lo mismo sucede con sus looks de belleza. La cantante británica siempre luce un maquillaje impecable donde predominan las sombras claras con eyeliner negro destacando sus grandes ojos verdes.
En cuanto al pelo, Adele suele peinar su media melena rubia de forma voluminosa. Sin embargo antes, al igual que sucede con el vestuario, la artista tenía un estilo mucho más desenfadado: tenía el pelo más largo y más oscuro, llevaba flequillo y, sobre el escenario, solía aparecer con una coleta o un moño informal.
Con el cambio de década y el imparable ascenso de su popularidad, Adele fue puliendo la parte más descuidada de sus looks hasta crear la característica imagen a la que nos tiene acostumbrados en los últimos tiempos y que, sin duda, no dejará de evolucionar a tenor de lo que mucho que se ha transformado durante sus veinte años.
Y aunque recientemente afirmó durante una entrevista que tiene problemas relacionados con su imagen y su cuerpo, la cantante también dejó claro que no permite que sus complejos dominen su vida. Y esto es algo que, por mucho que haya adelgazado y evolucionado, no cambia. Adele ya dijo hace años que quería ser reconocida por su trabajo y no por su cuerpo. Y sin duda, lo ha conseguido.