Su testimonio podría ser de gran importancia debido a que el momento justo en el que fue asesinada tenía una cita con el actor a la que nunca se presentó. Era un 21 de febrero de 2001 e iban a acudir a una fiesta de los Grammys pero el retraso de la estudiante de moda empezó a preocupar a Ashton Kutcher. Fue entonces cuando decidió ir a buscarla a su domicilio pero no obtuvo respuesta aunque el coche se encontraba en el garaje por lo que no pudo haberse marchado.
La revista LA Weekly publicó una información de bastante trascendencia por la que el actor pudo haber sido testigo de una mancha de sangre en la alfombra de la casa cuando observaba por la ventana del alojamiento. Él confundió la mancha con un posible rastro de vino, pero el brutal asesinato en el que la propinaron 47 puñaladas a la joven sería suficiente para creer que ya se había producido e asesinato.
Tocaría remover el pasado
Hasta el momento, Ashton Kutcher apenas se ha pronunciado con respecto a este acontecimiento y sería la primera vez que, después de una investigación que ha durado 11 años hasta conseguir las pruebas oportunas, el actor se enfrente a lo ocurrido.