Galería: Ganadores de los Premios Oscar 2018
Ashley Judd se ha convertido en uno de los referentes más activos de la lucha contra el abuso sexual y el machismo de la industria del cine de Hollywood. Tras los escándalos sexuales que surgieron a raíz de las denuncias a Harvey Weinstein, la actriz fue una de las primeras en denunciar los intentos del productor de aprovecharse de ella, a lo que se sumaron otras intérpretes como Asia Argento, Rose McGowan, Gwyneth Paltrow e incluso Angelina Jolie.
Tal y como Judd reveló en una entrevista a la británica BBC, aunque Weinstein intentó aprovecharse de ella varias veces, ella se negó. Algo que, como indicó, le pasó factura al tener las puertas cerradas en los títulos que producía: "No me daba miedo Harvey Weinstein y creo que por eso él me excluyó", explicó en la entrevista. No obstante, Judd marcó un punto de referencia en títulos como 'Ruby en el paraíso' o 'El coleccionista de amantes'. Repasamos su vida para conocer mejor qué se esconde detrás de esta mujer fuerte y valiente.
Una infancia y adolescencia ardua, pero con final feliz
Ashley Judd nació en Los Ángeles el 19 de abril 1968 y, siendo muy pequeña, sus padres se divorciaron. Eso hizo que ella, su madre y su hermana, Wynona, cambiaran frecuentemente de lugar de residencia mientras su progenitora buscaba un trabajo estable en diferentes ciudades de Estados Unidos.
Las penurias económicas por las que las tres pasaron se acabaron una vez que su madre y su hermana formar un dúo musical del género country y cosecharon, con ello, grandes éxitos. Mientras tanto, Ashley Judd estudió Francés en la Universidad de Kentucky e Interpretación por la Playhouse West School and Theater Company de Los Angeles.
Los 90, su época dorada
Sus primeros papeles como actriz fueron en la pequeña pantalla. En 1987 apareció en la serie basada en la saga de 'Star Trek', 'Star Trek, la nueva generación'. Cuatro años más tarde, la serie 'Sisters', la elevó más como intérprete. En 1992, Judd se inició en el mundo del cine a través de su participación en 'Kuffs, poli por casualidad', y su papel en 'Ruby en el paraíso' incluso le valió un premio en el Festival de Sundance.
Su participación cinematográfica en la década de los 90 se amplió a través de títulos como 'Heat', dirigida en 1995 por Michael Mann, y su coprotagonismo con Morgan Freeman en 1997 con 'El coleccionista de amantes', que la aupó aún más al éxito en un rol que trataba de buscar a un asesino que se dedicaba a seducir mujeres para luego matarlas. Un año después, en 1998, Judd también participó en 'El inolvidable Simon Birch'.
Marcada por la sombra de Harvey Weinstein
La influencia de Harvey Weinstein, considerado uno de los superproductores de la industria de Hollywood, tuvo que ver a la hora de que se le cerraran muchas puertas en papeles que incluso al principio le ofrecieron. Tal y como Judd relató, Weinstein y ella tuvieron dos encuentros desafortunados en los que la actriz se negó a acceder a los propósitos del productor.
En 1997, Weinstein citó a Judd en un hotel, y ella asistió creyendo que era un simple desayuno de trabajo. Una vez llegó, le informaron de que el productor se encontraba en una habitación, y no en una zona pública, que es donde se supone que debería darse el encuentro. Una vez entro en el cuarto, Weinstein le propuso hacerle un masaje, a lo que se negó y le espetó: "lo haré cuando gane un Oscar". Acto seguido, se marchó de inmediato del lugar.
Un segundo desencuentro entre ambos se produjo años después, cuando Weinstein coincidió con la actriz en una cena y se le insinuó de nuevo diciéndole que debían hablar de "ese pequeño acuerdo que hicimos", y que buscaba material para ella. Judd recuerda ese momento: "Agarré lo que tenía a mano y le enfrenté, cuando cambió su actitud y me dijo que me dejaría fuera de ese acuerdo, a lo que contesté: ¡Más te vale que lo hagas Harvey, más te vale!", explicó. Un hecho que le perjudicó: "Desde ese día, Harvey escupió mi nombre", expresó Judd.
Y, efectivamente, el productor recordó sus desavenencias con la actriz y la vetó en muchas de sus producciones. Una de ellas fue la saga de 'El señor de los anillos', en la que, tal y como su director, Peter Jackson, reconoció, recibió presiones de Weinstein para que no contratara ni a Ashley Judd ni a Mira Sorvino. No obstante, eso no le impidió que participara en otros títulos como 'Giro inesperado', 'Rompedientes' o 'Atraco por duplicado'.
Darío Franchitti, su gran amor
Una de las relaciones más largas y marcadas en la vida sentimental de Ashley Judd fue la que mantuvo con el piloto automovilístico italiano Darío Franchitti. La pareja se conoció en febrero de 1999 en la boda de Jason Priestley, en la que coincidieron. En diciembre del mismo año, la pareja se comprometió, y en 2001 se casaron en Escocia.
Ambos se apoyaron durante las dificultades que atravesaron hasta el fin de su relación. En el año 2000, Franchitti sufrió un accidente de carreras que le postró largo tiempo en cama, y Judd estuvo a su lado. Por su parte, el italiano también estuvo ayudando a la actriz a atravesar sus problemas emocionales cuando en 2006 ingresó en un programa de tratamiento por depresión. Finalmente, y tras 12 años de matrimonio, la pareja se divorció en 2013.
Activista a favor de los derechos de las mujeres
Ashley Judd, al igual que otras artistas como Alicia Keys, Madonna o Gloria Steinem, se han mostrado activas a la hora de defender los derechos de las mujeres. Y los comentarios machistas que ha llegado a recibir en redes sociales simplemente por comentar un partido de baloncesto han alentado su lucha contra el machismo.
Su participación en el Women's March durante enero de 2017 también destacó, tras una multitudinaria concentración de mujeres que se agruparon contra el machismo del presidente Donald Trump: "¡No soy tan desagradable como el racismo, el fraude, el conflicto de intereses, la homofobia, la agresión sexual, la transfobia, la supremacía blanca, la misoginia o la ignorancia!", expresó entonces en una comparecencia Judd.