Vuelven las buenas noticias a casa de Ashley Judd. La actriz estadounidense se rompió la pierna en febrero durante una excursión de senderismo. El accidente tuvo lugar en la República Democrática del Congo cuando tropezó con un árbol caído en mitad de una investigación sobre los bonobos, pequeños chimpancés de la familia de los primates.
Este terrible suceso la dejó en cama durante más de seis meses después de un rescate complicado de 55 horas. La estrella de cine fue trasladada al hospital de Sudáfrica, donde se sometió a una operación de ocho horas para iniciar un largo proceso de recuperación.
Seis meses es el tiempo que la actriz ha tardado en recuperar la ilusión, y también la movilidad de la pierna, tal y como ha hecho saber a sus seguidores en su cuenta de Instagram: "Queridos amigos, con reverencia y asombro les ofrezco esta actualización. Hoy, cinco meses y tres semanas después del accidente en la selva congoleña, caminé de nuevo, ¡Y de qué manera! Caminé en el #SwissNationalPark". Ashley Judd ha informado del proceso e recuperación durante todo el tiempo desde que ha pasado la travesía. El momento de mover el pie, después de la rotura, fue algo emocionante para ella, ya que lo hizo en el parque nacional suizo.
Además, ha añadido que es sorprendente el buen nivel de rehabilitación que ha tenido su pie ya que se esperaba una mejoría para dentro de un año: "Esperábamos que mi pie, si es que alguna vez podría hacerlo, comenzara a moverse en un año. A cuatro meses de ese momento, nos ha dejado boquiabiertos a todos", ha comentado la actriz en su publicación.
Rehabiitación física y mental
Ashley Judd ha explicado que no ha sido un proceso fácil ya que ha superado desafíos tanto físicos como mentales durante la terapia, e incluso, ha afirmado hacer yoga antes de poder caminar. Por último, ha querido lanzar un mensaje a aquellas personas que están pasando por lo mismo y ha agradecido a todos los que le han ayudado a superar este trance, siendo consciente de que su pierna no volverá a ser la misma pero con la ilusión de tener aún una vida fabulosa por delante.