En una entrevista en directo por Instagram con Nick Kristof, periodista de 'The New York Times', Ashley Judd contó que se encuentra ingresada en un hospital de Sudáfrica tras sufrir un grave accidente en el Congo, lugar en el que se encontraba apoyando una expedición para proteger a los bonobos. Fue un árbol en medio de un camino el causante de tal fatal revés, como ella misma ha contado: "Supe al momento que me había roto la pierna y me quedé tirada más de cinco horas, mordiendo un palo y aullando de dolor como un animal".
Por suerte pudo llegar más o menos a tiempo a un quirófano, porque lo que no sabía es que había sufrido un derrame interno, ya que su pierna se rompió por cuatro sitios diferentes. De no ser por esta operación podría haber perdido la vida: "Me siento privilegiada por tener los cuidados médicos que me han salvado, mientras en África hay miles de personas que no tienen acceso ni a medicamentos". Ha sido a través de una publicación en su cuenta de Instagram donde ha enseñado algunos detalles de su traslado desde la selva a un lugar seguro, es más, hasta que pudo marcharse a Sudáfrica fue trasladada en una moto de mala manera durante cinco horas, un viaje muy angustioso pero imprescindible para salvar su vida.
"Amigos. Sin mis hermanos y hermanas congoleños, mi hemorragia interna probablemente me habría matado y habría perdido la pierna. Me despierto llorando de gratitud, profundamente conmovida por cada persona que contribuyó con algo que me diese vida y me ayudó durante mi agotadora odisea de 55 horas. Estas son algunas de sus historias. Dieumerci estiró la pierna y la puso debajo de mi pierna izquierda muy deformada para tratar de mantenerla quieta. Estaba rota en cuatro sitios y tenía daños en los nervios. Dieumerci permaneció sentado, sin moverse ni estremecerse, durante 5 horas en el suelo de la selva tropical. Estaba conmigo mientras sentí más dolor", comenzaba contando sobre su historia de supervivencia.
Inmensamente agradecida
Además, siguió hablando de otras personas que han ayudado a su recuperación, añadiendo: "Papa Jean: tardó 5 horas, pero finalmente me encontró, miserable y salvaje en el suelo, y con calma evaluó mi pierna rota. Me dijo lo que tenía que hacer. Mordí un palo. Me aferré a Maud. Y Papá Jean, con certeza, comenzó a manipular y ajustar mis huesos rotos de vuelta a algo así como una posición en la que podría ser transportada, mientras yo gritaba y me retorcía. Lo hizo tan metódicamente mientras yo estaba como un animal sin comprender muy bien qué pasaba. Él me salvó. ¡Y tuvo que hacer esto dos veces! Los seis hombres que me llevaron con cuidado en la hamaca para evitar el menor empujoncito posible, también caminaron durante 3 horas por un terreno accidentado sacándome de ahí. Héroes".
Del mismo modo agradeció que dos hombres se ofrecieran a llevarla en moto: "Didier y Maradona: Didier conducía la moto. Me senté mirando hacia atrás, su espalda mi respaldó. Cuando comenzaba a hundirme, a desmayarme, él me llamaba para restablecer mi posición y apoyarme en él. Maradona iba en la parte trasera de la moto, lo enfrenté. Sostuvo mi pierna rota debajo del talón y yo sostuve la parte superior rota con mis dos manos. Juntos hicimos esto durante 6 horas en un camino de tierra irregular, lleno de baches. Maradona fue la única persona que se ofreció como voluntario para esta tarea. Tenemos una buena amistad, discutimos los pros y los contras de la poligamia y la monogamia. ¡Les muestro dos fotos, una con su sombrero y otra con el mío, que él tanto codicia!¡Las mujeres! Mis hermanas que me abrazaron. Ellos me bendijeron".