Pero esta no fue la única muestra de cariña que Grande y Davidson tuvieron a lo largo de la noche. La americana tuvo la ocasión perfecta para demostrar su amor ante los centenares de asistentes al evento cuando subió al escenario a recoger el premio a 'Vídeo del año' por 'No More Tears Lef To Cry', el single debut de su nuevo álbum 'Sweetener'. Aunque escueta de palabras, no hacía falta mucho más que verla decir un "Pete Davidson, gracias por existir. Te amo", para apreciar que no tiene ojos para otra persona en toda la faz de la tierra.
Acompañada de su tía, su madre y su abuela
Pero su prometido no era el único allegado de Ariana Grande en el Radio City Music Hall de Nueva York. Entre bambalinas también se encontraba su madre, su tía y su abuela, quienes fueron testigos de cómo la benjamina de la familia subía al escenario a recoger su premio. Pero su labor esa noche era otra y serían la sorpresa durante la actuación de Grande donde interpretaría 'God Is A Woman'. Además de un impresionante cuerpo de baile formado por más de 50 bailarinas caracterizadas como verdaderas diosas grecorromanas, las tres mujeres salieron justo al final para acompañarla durante las últimas estrofas de la canción donde Grande decía 'Dios es una mujer' mientras se rodeada de las tres más importantes de su vida.