En dicho juicio señaló a su exmarido, Josep Santacana, como culpable de la operación. Mientras la jueza ha indicado que él lideró las maniobras para evitar el pago de la deuda, algo que él ha negado a la vez que defiende su inocencia. Su pena por el mismo delito es superior, en concreto de tres años y tres meses de cárcel. Los deberán indemnizar a la entidad bancaria con el pago de 6,6 millones de euros, correspondientes a la deuda impagada más los intereses.
Mientras se ha conocido que esta sentencia no es firme y que podrá recurrirse, teniendo en cuenta que las penas no son muy elevadas. Por lo pronto, no se espera que la Fiscalía solicite el ingreso en prisión de Santacana teniendo en cuenta que es una pena pequeña, aunque tendrá que esperar a la resolución definitiva.
Al mismo tiempo la resolución suspende durante dos años la ejecución de la pena impuesta a Arantxa Sánchez Vicario, pero no a él, por lo que no ingresará a prisión con la condición de que no cometa ningún delito en los dos años posteriores. Asimismo, más allá de ellos han sido condenadas otras tres personas, con penas de un año y tres meses de prisión, quienes actuaron como testaferros de la operación.
En la sentencia se indica que la extenista "disponía y dispuso en todo momento de patrimonio suficiente para hacer frente a la deuda", una deuda que le es reclamada por el Banco de Luxemburgo. Los dos cuando eran pareja llevaron a cabo acciones de venta del patrimonio inmobiliario de la jugadora para librarse de pagar. La razón por la que la jueza ha fijado una condena menor para ella es por haber asumido su responsabilidad.
Ella aceptó su responsabilidad
Esta rebaja de la pena se debe a dos circunstancias atenuantes: confesión y reparación del daño, ya que a lo largo del proceso penal ha puesto sus ingresos a disposición del juzgado para afrontar el pago de la deuda. Fue en el juicio de septiembre de 2023 cuando asumió su culpa, señalando además a Santacana de que fue él quien la convenció para no pagar al Banco de Luxemburgo.