Arantxa Sánchez Vicario está sufriendo grandes consecuencias económicas debido al divorcio del que fuese su marido por más de 10 años, Josep Santacana. Al parecer, el juicio que les mantenía enfrentados por la custodia está favoreciendo a su expareja y como señala La Vanguardia, la sentencia ha decretado que la extenista tendrá que favorecer a Santacana por los gastos que generen sus dos hijos, Arantxa y Leo.
El matrimonio se disolvía en marzo de 2019 después de que lo dictase el juzgado de Instrucción número 2 de Espluges de Llobregat, aunque esta sentencia fue recurrida por la catalana por no estar de acuerdo con la totalidad del proceso. Desde que anunciaron su separación, en febrero de 2018, los hijos vivían con su madre y apenas veían a su padre. La jueza de familia de Miami que estaba a cargo del tema insistió a la pareja para que llegasen a un acuerdo por el bien de los niños, pero al no darse dicha circunstancia, dictaminó un régimen de guarda y custodia compartida. Ahora esta situación ha provocado que la jueza de Miami determinase que la extenista debería abonar a Josep Santacana la cifra de 720 dólares mensuales en concepto de pensión alimenticia.
Muchos problemas en el terreno económico
Este tribunal ha aclarado que cada uno costeará los gastos de los menores mientras estén bajo su turno de cuidado, los extras serán divididos a medias y será la deportista la que tendrá que completar la parte de su expareja, a consecuencia de comparar los ingresos de cada uno. Esta decisión es un nuevo lastre para Sánchez Vicario, que ya ha afirmado en multitud de ocasiones que está arruinada. Ante esta declaración, Santacana niega que sea así, fundamentando que el patrimonio de la catalana es mucho mayor que el suyo.
Arantxa Sánchez Vicario tendrá que seguir viviendo en Miami para poder seguir estando cerca de sus hijos y atenderles. La exdeportista ha tenido que lidiar durante varios años con problemas económicos, después de que en 2011 perdiese un juicio contra Hacienda que hizo que tuviera que pagar varios millones de euros de los impuestos que no pagó de 1989 a 1993, algo que la dejó muy tocada en el plano económico y que ha ido saliendo como ha podido con el paso de los años.