En dicho momento la extenista buscó la manera de que el juicio pendiente entre ellos tuviera lugar en Miami, la ciudad en la que residían, pero Santacana decidió trasladar la causa hasta Esplugues de Llobregat, en Barcelona, lugar en el que el empresario presentó la demanda de divorcio. Santacana llegó a alegar que su expareja tenía trastornos psicológicos para intentar hacerse con la custodia total de los niños, pero el proceso continuó.
Una vez conseguida la custodia compartida de sus hijos, las cosas no han terminado entre ellos porque un juez de Miami ha dictaminado que ella deberá compesar los gastos que surjan del cuidado de los niño, algo que avanzó La Vanguardia. La cifra ronda los 720 dólares al mes en concepto de pensión de alimentos, aunque se niega en ceder. Mientras que ella insiste en que está arruinada, su ex lo desmiente diciendo que tiene menos patrimonio que ella y que se entiende que se tenga que hacer cargo de estos gastos.
Luchará para no pasarle dicha pensión
Tanto uno como otro excónyuge tienen que hacerse cargo de los gastos ordinarios de los niños pero Arantxa Sánchez Vicario tendrá que compensar con 720 dólares por tener mayor capacidad patrimonial. Ella misma ha dicho a La Vanguardia: "La información presentada por ese señor en el juzgado dista mucho de la realidad y esa cifra no tiene sentido". El abogado de la extenista, Ramón Tamborero, ha dicho: "La cifra está basada en unos ingresos que no se corresponden con los que Arantxa tiene y en un patrimonio que dista mucho del que los abogados de Santacana pretenden".