Ha asegurado que ha sido víctima de su exmarido, contando lo que le ocurrió: "Estaba enamorada. Confié en mi exmarido y me he visto inmersa en esta situación. Mi error, como he dicho otras veces, fue enamorarme. Confié en la persona que tenía al lado, en mi marido, y me la jugó. No voy a tirar la toalla. No lo hice en la pista y no lo haré ahora".
"Doy clases particulares de tenis y, en ocasiones, me contratan para ayudar en la organización de torneos, o como comentarista. Estoy haciendo un esfuerzo económico brutal, que seguiré haciendo toda mi vida. Saco adelante a mis hijos gracias, también, al dinero que me dejan los amigos. Con eso voy tirando", ha dicho, añadiendo que le parece injusto no poder vivir del tenis después de la carrera profesional que ha tenido.
Sus problemas con la justicia
En cuanto al caso y el juicio, el Banco de Luxemburgo interpuso una querella por lo penal en 2015 contra Aranxta Sánchez Vicario y Josep Santacana por no hacer frente a la deuda que tenían con dicho banco, que los había estado avalando durante años, al entregarles los 3,5 millones de euros más los intereses que la Audiencia Nacional les condenó a pagar por evasión de impuestos y que el Tribunal Supremo ratificó en 2009. Pero la cosa no queda ahí, porque Santacana vendió su millonario patrimonio inmobiliario para intentar evadir la deuda con el Banco de Luxemburgo, y ella ha asegurado que estaba por aquel entonces manipulada por el que era su marido.