Mann reconoce haber utilizado a Weinstein en beneficio propio
Jessica Mann reconoció en el estrado que mantuvo este tipo de relación para intentar prosperar en su carrera profesional. Para ello no dudó en mandar mensajes halagadores al por aquel entonces productor de cine y así alimentar "su frágil ego". Tampoco dudó en reconocer que incluso intentó manipularlo en beneficio propio: "Me relacioné con mi acusador por lo que creía en mi mente y por la percepción de la sociedad en que vivía. Siempre era lo mejor para mis intereses que las cosas entre nosotros estuvieron bien", reconoció mientras Harvey Weinstein cerraba los ojos pareciendo que estaba quedándose dormido.
De hecho la joven llegó a proponerle al productor de cine conocer a su madre, algo que aseguró ante la insistencia de la defensa de Weinstein que lo hizo "presionando" porque "sabía que había algo que estaba mal". Respecto a los e-mails en los que era llamativamente afectuosa con el productor, la denunciante reconoció que lo hacía para que no la viese como una amenaza. "¿Manipulaste a Harvey?", le preguntó Donna Rotunno, abogada del acusado. "Tal y como lo gestioné para procesar [las preguntas violaciones] y sobrevivir, sí, supongo". Rotunno también quiso saber -igual que hizo con todas las presuntas víctimas- por qué no había contado nunca nada a nadie, algo que Mann aseguró que no hizo porque las supuestas violaciones que sufrió "eran el secreto más profundo que tenía".
"Harvey me daba fuerza, siempre me ofrecía ayuda"
Mann aseguró que pronto empezó a ser más y más consciente de que Weinstein también la estaba utilizando a ella con fines sexuales y fue entonces cuando intentó "no tener encuentros sexuales con él". Para conseguirlo aseguró poner todo tipo de excusas y que incluso llegó a "negociar" con él de forma que ambas partes quedasen satisfechas. Resultado de estas negociaciones fueron situaciones tan desagradables como en la que el exproductor de cine se masturbaba mientras la agarraba sin que ella hiciese algo mientras.
El momento crítico de esta novena jornada llegó cuando, después de cinco horas de interrogatorio, la denunciante tuvo que leer en voz alta una carta que había escrito en 2014 a un exnovio, Eddy, y en la que le contaba que había sido "agredida sexualmente" en el pasado y que a raíz de eso tenía miedo a "ser rechazada" por "errores que había cometido en su vida". En esta carta también le confesaba como era su relación con Harvey Weinstein -"dinámica", como ella le llama en el escrito- y lo "desesperanzada" que se sentía por todas la relaciones fallidas que había tenido a lo largo de su vida, incluso la de su padre, con quien siempre había tenido problemas afectivos. Ya con la voz entrecortada y temblorosa leyó el siguiente fragmento: "Harvey me daba fuerza, siempre me ofrecía ayuda de manera que no hicieron mis padres. Harvey tenía la edad de mi padre y me dio la aprobación que necesitaba". Tras esto, tuvo que hacer una parada en su lectura e incluso el juez James Burke le ofreció un receso. Cuando regresó al estrado e intentó continuar, la joven aseguró estar sufriendo un "ataque de pánico" y que estaba hiperventilando. Ante esta situación, el juez dio la sesión por finalizada y la aplazó hasta el martes 4 de febrero.