Esta no ha sido la primera vez que Roger Alvarado irrumpía en la vivienda de Taylor Swift. En abril de 2018 fue detenido por entrar en el apartamento de la cantante, visita en la que aprovechó para darse una ducha y echarse una siesta en la cama. Por este delito, Roger Alvarado fue condenado a seis meses de prisión, cinco años de libertad vigilada y tuvo que someterse a un tratamiento psiquiátrico para superar su obsesión con Taylor Swift.
En ese primer juicio, Roger Alvarado se declaró culpable de los delitos por los que se le acusaba pero el joven admitió que su única intención era mantener una conversación con la cantante de 'Blank Space': "Yo no quiero hacerle daño, solo quería hablar con ella, parece simpática y agradable".
No es fan de Taylor Swift
Cuando le preguntaron por qué no intentó conocer a la cantante en un concierto o de una forma que no implique colarse en su casa, Roger Alvarado contestó que no se le había pasado por la cabeza: "No había pensado en ello, quizá debería haber hecho eso primero". Además, el joven de 22 años confesó que no era fan de Taylor Swift: "No soy un superfan. Yo escucho mucho hip-hop".