Antonio Banderas continúa promocionando su película 'Dolor y Gloria' en Estados Unidos, y por eso ha acudido al talk show de Jimmy Kimmel, donde ha contado un hecho completamente desconocido de su vida privada vinculado a sus problemas de salud. Banderas desveló algunos detalles, hasta ahora desconocidos, del infarto que sufrió en el año 2017, y que le obligó a pasar por quirófano para someterse a una ablación debido a su problema de arritmia cardiaca.
Lo cierto es que este episodio, por lo que ha contado, podría haber terminado muchísimo peor de no haber sido por su pareja, la empresaria Nicole Kimpel. "Mi novia tenía dolor de cabeza y no teníamos nada en la casa, así que salió para comprar algo, un analgésico o lo que fuera. Compró esta aspirina, que es lo único que encontró, y creo que era el comprimido máximo, cinco miligramos", ha empezado diciendo.
Al día siguiente el actor notó los primeros síntomas de su infarto, y ha añadido: "Yo sabía claramente qué estaba pasando, y ella me metió una de esas aspirinas dentro de la lengua y me salvó la vida". Gracias a su chica tuvo lo que él llama ' una segunda oportunidad ', y ha contado que desde entonces han cambiado muchas cosas de su vida, ya que ha dejado de fumar, un vicio del que ha dicho: " Es una de las cosas más estúpidas que he hecho en mi vida". Y ha concluido: "Probablemente, estaba viviendo la vida de una forma no muy buena".
Mirando el fururo con positividad
Eso sí, para él es un episodio del pasado y por eso prefiere mirar al futuro con mucho más optimismo, por eso ha dicho: "Después de todo, fui afortunado, porque un ataque al corazón puede matarte muy rápido. En cierta manera, es una de las mejores cosas que me han pasado en la vida, haber sufrido un infarto".