Galería: Festival de Cannes 2015
Antonio Banderas y Nicole Kimpel no pueden estar más enamorados. La holandesa ha sido el bálsamo que necesitaba el actor para seguir adelante tras su divorcio de la madre de su hija, Melanie Griffith, de la que se separó tras 20 años juntos. Desde entonces, la pareja ha disfrutado de un amor que han paseado sobre todo por España, país natal de Banderas, que Kimpel está conociendo muy bien.
Ahora ha tocado ir a Cannes, el lugar en el que hace un año empezó su intenso amor. Así, Banderas y Kimpel se vistieron con sus mejores galas para acudir a la premiere de 'Sicario', película protagonizada por Emily Blunt, Benicio del Toro y Josh Brolin.
Así, los felices novios posaron por primera vez juntos en una alfombra roja. Desde que se confirmó su relación se han tomado fotografías de ellos en la Semana Santa de Málaga o disfrutando de otros momentos habitualmente en la tierra del actor, pero no se habían decidido hasta ahora a dejarse posar en un evento con alfombra roja incluida.
Antonio Banderas, todo un caballero
Para la ocasión, el protagonista de 'La piel que habito' eligió traje negro a juego con la corbata y camisa blanca, mientras que la holandesa deslumbró con un vestido rosa ajustado y brillante con un amplio escote. Tras el estreno, se acercaron a la fiesta Grisogono Divine Party, uno de los eventos que tienen lugar en paralelo al Festival de Cannes, y donde la pareja volvió a posar para los fotógrafos.
Como todo un caballero, Antonio Banderas llevó de la mano a su novia, tuvo varios gestos de cariño hacia su compañera sentimental y se desvivió porque Nicole Kimpel estuviera a gusto en un entorno que no le es tan familiar como a él, que lleva toda una vida delante de los focos. Parece que a ella tampoco se le da mal.