Un año más, Antonio Banderas ejerció de mayordomo en el trono de la Virgen de Lágrimas y Favores en su Málaga natal. El pasado domingo, arropado con la presencia de su hermano Francisco Javier y el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, Banderas dio el primer golpe de martillo para que los hombres de trono pusieran en marcha una procesión que recorrió fervientemente diferentes calles y alamedas del centro ante la mirada de millones de turistas y lugareños.
Para el actor, Lágrimas y Favores "es un sentimiento y pretende ser mucho más", porque a través de la Fundación que creó con ese nombre quiere buscar "toda la parte práctica" de la Semana Santa. Antonio considera el Domingo de Ramos "el inicio de un gran ritual que dura una semana y que viene celebrándose desde hace cinco siglos", y él no quiere "faltar a la tradición de este barrio". La parroquia de San Juan es la iglesia donde se casaron sus padres, fueron bautizados su hermano y él y en sus alrededores, desde que tenía 4 años, ha jugado.
Viejas tradiciones, nuevas compañías
Este año, tras separarse de Melanie Griffith, su compañía ha sido diferente a la de anteriores ocasiones ya que es su novia, la ejecutiva Nicole Kimpel, quien lo acompaña en estos días de festividades religiosas por su tierra natal. De hecho, el pasado sábado la empresaria tuvo el honor de llegar de la mano de Banderas hasta el Santuario de la Virgen de Lágrimas y Favores para participar en el ritual del encendido de las velas del trono que al día siguiente sale en procesión.