Tal y como ha podido saber el medio alemán Spiegel, el servicio de Inmigración de los Estados Unidos ya habría reservado un vuelo desde Nueva York para que Anna Delvey vuelva a Alemania después de haber sido detenida por permanecer más tiempo en el país del que le permitía su visado. Condena a entre 4 y 12 años de prisión por fraude, la joven recuperaba su libertad en febrero de 2021 por buena conducta.
En cambio, apenas unas semanas más tarde y ya instalada en un lujoso apartamento de la ciudad de Nueva York, era de nuevo detenida por los agentes de ICE al estar viviendo en el país sin visado. Por ello, Sorokin permanecía desde entonces en otro centro penitenciario a la espera de la resolverse este nuevo problema judicial. En cambio, y pese a que su abogado intentó conseguir que su clienta pudiese seguir viviendo el país alegando incluso peligrosidad por volver a Europa -alegando que en Alemania le guardan poco simpatía a Delvey por la imagen que dio del país y esto podría poner en riesgo su salud-, finalmente Anna podría volver a su país de origen en los próximos días.
La falsa heredera alemana que estafó a los grandes bancos
Fue entonces cuando pasó a llamarse Anna Delvey y fingió ser una millonaria heredera alemana cuya ambición era abrir un exclusivo club social para la élite de Nueva York. Fue así como consiguió encandilar no solo a diferentes personalidades de las altas esferas de la ciudad, sino también a grandes bancos, quienes llegar a poner en proceso un préstamo por 40 millones de dólares para la apertura de la Fundación Anna Delvey.
Fue este revés en su vida la última oportunidad que la joven tenía para convertirse en esa persona relevante que siempre deseo. Con la ayuda de su amiga -ya que ella estaba ya privada de su libertad a la espera del juicio- consiguieron convertir su historia en interés mediático, agolpándose fotógrafos y medios dentro de la sala. Todo esto acompañado por una retransmisión casi en directo por las redes sociales habiendo incluso una cuenta de Instagram que etiquetaba todos looks que esta lucía en cada sesión del juicio, muchas veces con grandes marcas como Michael Kors, Saint Laurent o Victoria Bekham.
Fue ya cuando la condenaron a pena de prisión cuando la joven firmó un acuerdo con Netflix para que esta tuviese los derechos sobre su historia y hacer la serie que ahora es todo un éxito. Fue la importante suma de dinero que cobró -por encima de los 300.000 dólares- con la que sufragó los más de 200.000 dólares que tenía en deudas en la ciudad de Nueva York. Ahora, según ella misma ha ido contando a través de su cuenta de Instagram, parece que va a seguir explotando su historia con otro programa de televisión y un podcast. Bueno, o al menos así era hasta que su vida parece haber cambiado de forma transcendental.