La hija de Kiko Matamoros y Makoke lleva un verano completito. Tras haber viajado a Londres y París, la benjamina del clan matamoros quiso poner destino a Filipinas, donde se la pudo ver disfrutar muy feliz con su novio, David Salvador, ya que compartió una foto donde ambos caían abrazados y fundiéndose en un apasionado beso.
Pero Filipinas no ha sido su última ruta. Tras su regreso a España para acompañar a su padre en uno de sus momentos más duros, la extirpación de varios tumores en la vejiga, la influencer ha decidido volver a desconectar y retomar sus vacaciones, esta vez en Marbella.
Nuevamente, a través de sus redes sociales ha querido enseñar a sus seguidores de Instagram lo bien que se lo pasa al tiempo que ha querido mostrar, y lucir, lo orgullosa que se siente de su cuerpo y sus cicatrices, especialmente las de su pecho. En septiembre de 2018, Matamoros se sometió a una reducción de pecho debido a los dolores de espalda que le estaba causando. Ahora, subida en un barco junto a una amiga, Anita Matamoros ha posado con un bikini blanco presumiendo de cuerpazo y mostrando, sin complejos, la cicatriz que tiene en el costado del pecho.
Tranquilidad antes de volver a la normalidad
A pesar de haber tenido unas vacaciones bastante moviditas, Anita Matamoros no ha podido evitar estar preocupada por el estado de salud de su padre. La it girl no dudó en reflexionar tras la noticias del estado de salud de su padre y quiso acompañarle al hospital el día que lo operaron. Al final todo ha salido bien y su padre no tendrá que enfrentarse ni a quimioterapia ni a radioterapia, únicamente tendrá que acudir de forma periódica a revisiones.