No es ningún secreto que Angelina Jolie y Brad Pitt adoran a su numerosa familia, y es muy frecuente verlos rodeados de sus hijos. Sin embargo, ayer prefirieron quedarse solos por unas horas tras el regreso de la actriz, que había estado en el continente asiático presentando la película 'Maléfica'.
A pesar de su ajetreada agenda y sus responsabilidades como padres, la pareja más atractiva de Hollywood siempre saca ratos para dedicarse el uno al otro.
Así lo demostraron anoche, celebrando el éxito del último trabajo de la actriz con una romántica e íntima velada en el restaurante italiano Ago de Los Angeles, propiedad del también actor Robert De Niro.
Lejos de alfombras rojas
Aunque nunca consiguen escapar del todo de los flashes, que les fotografiaron al salir del local cogidos de la mano, disfrutaron de una cena privada a la que la siempre elegante Angelina Jolie acudió con un vestido negro.