El actor ha presentado un documento de confidencialidad y la actriz le ha acusado de pretender que guarde silencio.
Angelina Jolie y Brad Pitt se separaron definitivamente en 2016, aunque su divorcio no llegó hasta tres años después. Aún así, la batalla legal entre el exmatrimonio se ha visto prolongada por diversas polémicas que atañen tanto a sus hijos como las reparticiones del patrimonio en común o las acusaciones de violencia doméstica que la actriz presentó contra el actor. Ahora, la intérprete lo ha acusado de obligarla a mantener silencio sobre el caso.
Según asegura Angelina Jolie, esta acusación se produjo "mucho antes" del famoso incidente del avión, en el que Pitt habría agredido a su hijo Maddox Jolie-Pitt. El caso fue investigado por el FBI, pero no se encontraron pruebas que pudiesen demostrar tal inculpación. Ahora, en el transcurso de la batalla legal sobre la bodega del sur de Francia, que adquirieron cuando aún no estaban casados, la intérprete ha vuelto a denunciarlo.En mitad del estallido de su separación, Brad Pitt y Angelina Jolie también se sumergieron en una trifulca por la custodia de sus seis hijos, cuatro de los cuales son ahora adultos y tienen la potestad de decidir por sí solos. Finalmente, esta batalla la ganó la actriz, que consiguió que sus hijos pudieran permanecer a su lado. Además, los hijos del actor se distanciaran de él por decisión propia.
Más problemas judiciales
La guerra judicial entre la expareja ha dado un giro crucial. Según ha podido conocer People, los abogados de Angelina Jolie han presentado un documento oficial ante el Tribunal Superior del Condado de Los Ángeles donde acusan a Brad Pitt de querer que la actriz firme un "nuevo acuerdo de confidencialidad ampliado, ejecutable mediante una retención de 8,5 millones de dólares y diseñada específicamente para obligarla a guardar silencio sobre su abuso y encubrimiento".
Los letrados de Jolie insisten en interponer una moción para obligar a Brad Pitt a revelar comunicaciones personales, que los abogados del actor describieron como "amplias e intrusivas". Los representantes de la actriz utilizaron el pedido de un acuerdo de confidencialidad como contra argumento.