"Antes de venir mi madre dijo por todos lados que yo estaba muerto", admite el hijo del domador. Su compañero intenta calmar las aguas y le pregunta si espera alguna disculpa, a lo que Ángel Cristo le explica: "Ella ya se disculpó con una carta burocrática a través de sus abogados que yo no quise ni escuchar". También aprovecha para mandar un contundente mensaje a su madre y le pide que deje de resucitarle cuando le conviene. "Si estoy muerto, estoy muerto, no me resucites más", sentenciaba.
Por si fuera poco, el superviviente también dedica unas palabras a su hermana, Sofía Cristo. "Cuando entré aquí decía que mi hermana tenía las puertas de mi casa abiertas, no es así. Después de haber hablado con Ana, no las tiene, porque ella hizo algo muy feo", explica muy dolido. Admite que ya no hay vuelta atrás y sentencia: "Para mí es una liberación no tenerlas en mi vida, me he quitado un lastre, una carga de negatividad y maldad".
Nagore Robles: "Hay que respetarlo"
Sin embargo, haciendo uso de la comprensión, añadía que: "Hay situaciones familiares que no son normales, que no vives en una educación sana, saludable mentalmente, con valores...". "Hay que respetar que él, en un momento dado, pueda decir yo le deseo lo mejor a mi madre, pero yo continuo con mi vida, aunque suene duro", concluía la colaboradora de Mediaset.