Anunciaron su compromiso matrimonial el pasado mes de noviembre y la boda de Andy Murray y Kim Sears ya está a la vuelta de la esquina. La feliz pareja se casará este sábado 11 de abril en Dunblane, la tierra natal del tenista número tres del mundo.
Al igual que hiciera su compañero de profesión Novak Djokovic cuando se casó con Jelena Ristic el pasado verano, Murray también va a casarse con su novia de la adolescencia, la que está su lado desde que tan solo era una joven promesa en el mundo del tenis. Y es que los futuros esposos, ambos de 27 años, llevan prácticamente toda la vida juntos.
Murray y Sears comenzaron a salir hace una década después de conocerse en el US Open de Estados Unidos de 2005, al que la joven acudió junto a su padre Nigel Sears, uno de los entrenadores de tenis más reconocidos de su país. Por ello, esta pintora inglesa es una gran aficionada a este deporte y no se pierde ni un solo partido de su futuro marido, cuya madre también es entrenadora y la actual capitana del equipo británico de la Copa Federación.
Desde el primer día, Kim Sears siempre ha acompañado al tenista durante sus citas más importantes, siendo testigo de cada triunfo de su prometido. Al ganar el oro olímpico en Londres 2012, lo primero que hizo Murray fue acercarse a la grada para besar apasionadamente a su novia. Sentada siempre junto a Judy Murray durante los torneos, la futura suegra de Sears dijo de ella que es "lo mejor que le ha pasado a su hijo".
Y es que toda la familia parece estar encantada con la joven inglesa. "Cuando uno les ve en su casa, juntos, parecen tan apropiados el uno para el otro", cuenta a Hello! Andy Shirley Erskine, la abuela materna del campeón escocés. "Ella es una mujer muy atractiva, artística y un gran apoyo para él", añade la mujer de 81 años.
Sin embargo diez años son muchos para una pareja tan jove n, y por ello, la pareja ha tenido que superar algunas crisis que ya son cosa del pasado. En 2009, Murray y Sears se fueron a vivir juntos a Surrey, pero tan solo medio año después decidieron darse un tiempo. Poco después de esta separación, en junio de 2010, los jóvenes retomaron su noviazgo y desde entonces todo ha ido viento en popa para ellos.
Un enlace íntimo sin grandes estrellas entre los invitados
Andy Murray ha declinado invitar a grandes celebrities y estrellas del tenis a su inminente boda y solo estarán presentes los familiares y amigos más cercanos de la pareja. Aunque en un principio la ceremonia iba a celebrarse en la capilla de Cromlix House,el hotel que Murray posee en Escocia, finalmente han decidido casarse en la catedral Dunblane con capacidad para 300 personas. Después del enlace, los novios celebrarán una recepción en la mansión victoriana de más de dos millones de euros que el tenista escocés adquirió hace dos años.
La pareja está deseando formar una familia
Hace un par de años, Andy Murray ofreció una entrevista en la que comentaba que ya ha pasado el ecuador de su carrera, por lo que en breve llegaría el momento de pensar en avanzar a nivel personal y formar una familia. Ahora que va a casarse seguro que la pareja no tarda mucho en cumplir su deseo de convertirse en padres.