Galería: Anabel Pantoja, la prima más famosa
Durante todo el día, Anabel Pantoja compartió stories aparentemente normales: una comida con amigos, un paseo por la Playa de Las Canteras en Las Palmas y algunas vistas desde su ruta habitual. Sin embargo, horas después, publicó una imagen desde una clínica de medicina estética, en la que se la veía tumbada sobre una camilla, con una gasa azul cubriéndole parte de la cabeza y dejando visible su oreja. " Hoy me han intervenido quirúrgicamente, pero nada grave, y os quiero contar lo que me ha pasado para que podáis evitarlo", escribió junto a la imagen. Poco después, ya en casa con su pareja David Rodríguez, se dirigió directamente a sus seguidores para explicar en detalle lo ocurrido.
En el vídeo, la influencer confesó que el problema que la llevó al quirófano se remonta al 23 de noviembre de 2024, el día en que nació su hija Alma. Como es habitual en los partos, tuvo que quitarse los pendientes de la oreja. Sin embargo, tras esos días iniciales, olvidó volvérselos a poner y, cuando lo intentó, los agujeros ya habían cerrado parcialmente. A partir de ahí, comenzaron a formarse dos bultos en la zona del lóbulo que, si bien no eran dolorosos, sí resultaban molestos y cada vez más visibles. En un primer momento, pensó que se trataba de granos o simplemente suciedad acumulada, pero al no encontrar solución en un centro ambulatorio, acudió finalmente a una clínica estética para buscar una alternativa más segura.

En la consulta le diagnosticaron que se trataba de quistes de inclusión térmica, es decir, formaciones benignas compuestas por tejido dérmico acumulado. "Con mis palabras: un quiste de tu propia piel", explicó Anabel. La intervención, que en un principio pensó que duraría apenas cinco minutos, pero se extendió hasta media hora. La influencer relató que el segundo bulto era de un tamaño considerable y que el médico llegó a describirlo como "un garbanzo", motivo por el cual se alegró de no haber alargado la intervención. Su prioridad, explicó, era que la zona quedara bien estéticamente y que el problema no se agravara con el tiempo.
Recuperación y confianza en el resultado
Tras la intervención, Anabel Pantoja confesó que la oreja le ha quedado "un poquito levantada", aunque no mostró preocupación al respecto. Está convencida de que, una vez le retiren los puntos, todo volverá a su sitio. La influencer se ha mostrado agradecida y aliviada por el trato en la clínica, y quiso compartir su experiencia no solo para mantener a sus seguidores informados, sino también para concienciar de no dejar pasar pequeños problemas físicos que pueden derivar en complicaciones mayores si no se tratan a tiempo.

En su último mensaje, Anabel quiso poner el foco en el lado humano del procedimiento. Agradeció al equipo médico por su profesionalidad y, especialmente, por la empatía mostrada durante el proceso. "Me he puesto a llorar y hasta la enfermera me ha dado la mano", contó emocionada. "Son profesionales, pero a la vez personas 10", concluyó. Su experiencia, como muchas otras que decide compartir, ha sido bien recibida por sus seguidores, quienes han valorado su sinceridad y el tono natural con el que narra incluso los episodios más personales.