Anabel Pantoja está viviendo uno de los peores momentos de su vida después de que se haya tenido que enfrentar a la muerte de su padre Bernardo Pantoja. Fue la tarde del 24 de noviembre de 2022 cuando la mayoría de sus familiares se desplazaron hasta el hospital en el que estaba ingresado para darle el último adiós, incluida su mujer Junco, sus hermanos entre los que estaban Isabel Pantoja y su hija.
El hermano mayor de Isabel Pantoja fallecía el 25 de noviembre tras una larga enfermedad arropado por los suyos. Un adiós muy familiar para el que ha sido uno de los miembros más controvertidos del clan. Ahora sus restos mortales han sido trasladados hasta el tanatorio de Alcalá de Guadaira, donde poco a poco se han ido acercando sus familiares, entre los que han estado su hija, pero también su sobrino Kiko Rivera.
La colaboradora de televisión estaba visiblemente afectada, con el desblante desencajado, destrozada por la pérdida de una de las personas más importantes de su vida. A su lado ha estado su madre, Mercedes Bernal, quien ha procurado que en la medida de lo posible la prensa no molestara, aunque ha sido misión imposible pasar desapercibida. La televisiva lo ha pasado muy mal, sin separarse de su padre y sin echarse nada a la boca mientras ha esperado a que llegara la hora de despedirse de él para siempre.
Asimismo, una de las cosas que más ha llamado la atención es que llevara una de sus manos vendada, sin conocerse las razones. Por allí de momento no habían aparecido su novio, Yulen Pereira, ni su exmarido, Omar Sánchez, quien también se habría desplazado hasta el hospital en el que su exsuegro ha fallecido, para estar cerca de ella y prestarle todo su apoyo en estos momentos tan delicados. Para estar con su padre viajó sin dudarlo a Sevilla, compartiendo este trance con sus tíos Isabel, Agustín y Juan Pantoja.
Podría reencontrarse con su madre
La presencia de Kiko Rivera en el tanatorio ha sido una sorpresa, aunque si bien es cierto, había sido visto saliendo de su domicilio. El día anterior prefirió no ir a despedirse de su tío porque allí se encontraría con su madre, con todo lo que eso conlleva, pero ahora ha preferido dejar sus desavenencias a un lado, algo que ya pasó con la muerte de su abuela doña Ana.