La gran noticia de que el Dj se iba a convertir en padre por segunda vez -recordemos que tuvo un hijo, Francisco, con Jessica Bueno- supuso una bocanada de aire fresco en un momento familiar muy difícil por el encarcelamiento de Isabel Pantoja el 21 de noviembre de 2014 en Alcalá de Guadaría para cumplir condena por blanqueo no continuado de capitales.
El 'difícil' embarazo de Irene Rosales
Pequeños vendavales que fueron sorteando con una gran sonrisa y manteniéndose fuertes y unidos hasta el 15 de diciembre de 2015, día en el que llegó al mundo Ana Rivera Rosales. Aunque su nacimiento estaba previsto para algunos días más tarde, la pequeña decidió venir al mundo algo antes y coincidiendo con el inicio del régimen de tercer grado por parte de su abuela Isabel Pantoja.
El mejor motivo para sonreír de Isabel Pantoja
La pequeñaja se convirtió en la mejor razón de toda la familia para sonreír día a día y sus padres no dudaron en presumir a través de las redes sociales de lo fuerte, sana y simpática que iba creciendo. Kiko Rivera empezó a llenar su Instagram de tiernas fotos con las que se le caía la baba. Lo mismo hacía su orgullosísima madre Irene Rosales.
Y tras presentarla dos semanas después de su nacimiento vía exclusiva, la pareja no tuvo inconveniente en posar con la pequeña y mostrar su carita en las redes sociales para felicitar el Día de San Valentín. Un mes más tarde, a principios de marzo, llegó el bautizo de Ana Rivera.
La iglesia de Santa Ana del barrio sevillano de Triana se vistió de gala para que la pequeña recibiera el sagrado sacramento. Tras el bautizo los orgullosos padres posaron a la puerta del templo con la pequeña antes de desplazarse hasta la Hacienda Santa María, enVillanueva del Arisca, donde celebraron el banquete. Una gran fiesta que acabó con una petición oficial de matrimonio de Kiko Rivera a Irene Rosales, que no pudo contener la emoción al responder afirmativamente.
Desagradables e inhumanos ataques vía redes sociales
Pero una vez más la felicidad se vio empañada por una nueva polémica. La prometida del Dj se puso muy seria a través de las redes sociales pidiendo respeto para Ana después de haber recibido diversos insultos y comentarios de muy mal gusto en las diversas fotografías de ella que iba publicando. "No volveré a mostrar la carita de Ana. Hay gente sin vergüenza", decía Irene Rosales muy indignada.
No obstante, el tiempo todo lo cura y después de unos meses sin poder ver cómo crecía la pequeña y ver cómo pasaba su primer verano, la boda de Kiko Rivera e Irene Rosales el 7 de octubre fue la mejor excusa para poder volver a mostrar su carita. La pareja se dio el 'sí quiero' en la Hacienda sevillana Los Parrales de Sanlúcar la Mayor entre fuertes medidas de seguridad para proteger una exclusiva de la que formó parte muy importante la pequeña.
Con nueve meses y medio de edad, Ana Rivera Rosales estaba de lo más graciosa. Ya observaba todo lo que ocurría a su alrededor y todo le llamaba la atención. Además estaba empezando a dar sus primeros pasitos, eso sí, con ayuda de algún familiar. Y es que todavía tardaría un mes más en empezar a caminar sin ayuda. Un momento muy importante en la vida de cualquier niño que fue retratada por Irene Rosales.
Sus primeros pasitos
La mujer de Kiko Rivera, tan orgullosaba estaba de los primeros pasitos de su hija, que no dudó en colgar en sus redes sociales un pequeño vídeo en el que aparecía Ana caminando en busca de su madre, tambaleándose aún un poquito pero, más que caminando con precaución, correteando para llegar a su destino lo antes posible.
Eso sí, lo que parece que se le resiste es la dentadura. "Familia que alegría más grande y por eso debo compartir con ustedes este gran momento, los primeros pasos de mi bebé. Aún no le salió ningún diente con 11 meses y medio pero sus primeros pasitos sí que se le dan bien", decía Irene Rosales junto al pequeño vídeo.
Por tanto, y aunque aún no puede degustar la tarta, seguro que el matrimonio ya tiene prevista una gran fiesta de cumpleaños para que Ana Rivera Rosales sople la velita de su primer cumpleaños. Solo esperamos que allí pueda estar su hermano Francisco Rivera Bueno para que la felicidad de la familia, y en especial de Kiko Rivera, sea plena.