Otra de las cosas que ha confesado ha sido la siguiente: "Mi hijo me ha dado una lección de vida y me ha enseñado que es un honor ser su madre". Por otro lado, ha destacado la fortaleza de su hijo: "No se ha quedado ni un solo momento, ni cuando le han clavado cien mil agujas. Me daban ganas de decirle: '¡Quéjate!'. 'Mamá, somos guerreros', me contestaba".
Ana Obregón ha regresado con una lección de vida y admirando a su hijo más si cabe: "Es la persona más noble que he conocido en mi vida. Muy buena gente". El regreso a Madrid ha sido posible porque en Madrid tiene un lugar donde Lequio podrá recibir su tratamiento: "Le toca cada tres semanas. Ya hemos encontrado el centro donde se lo va a dar aquí en Madrid".
El proceso continúa
A pesar de que podrá continuar con su tratamiento en Madrid, Nueva York continuará estando presente en su vida: "Le toca cada tres semanas. Ya hemos encontrado el centro donde se lo va a dar aquí en Madrid".