La presentadora vuelve a contar una vez más con el apoyo incondicional del padre de su hijo, muy querido por su familia.
Mientras Ana Obregón aún sigue lidiando con el dolor por la pérdida de su hijo Álex Lequio el 13 de mayo de 2020, ahora ha tenido que enfrentarse a otro momento bastante doloroso para ella, teniendo que dar el último adiós a su madre. La presentadora de televisión ya había dedicado varios mensajes en sus redes sociales a su madre debido a su delicado estado de salud, y finalmente ha tenido que enfrentarse a su fallecimiento. Centro:
En una de sus publicaciones le escribía: "Ahora los dos amores de mi vida están juntos para siempre. Mamá cuida mucho de mi niño hasta que yo llegue que espero sea pronto , y dile que le quiero más que a mi vida. Os amo desde siempre y para siempre", y estas palabras se las dedicó junto a una foto en la que aparece con su hijo Álex Lequio en brazos. También puso: "Mi mejor amiga... Mamá".En estos momentos tan complicados ha contado con el apoyo incondicional de Alessandro Lequio, la persona que mejor que nadie puede entender lo que siente desde que perdió a su hijo porque él también se ha tenido que enfrentar a su ausencia. Por otro lado, y pese a que su relación con Obregón no terminara de la mejor de las maneras, siempre ha tenido una excelente relación con la familia materna de su hijo y en esta ocasión no podía faltar para arropar no solo a Ana Obregón, sino también a los hermanos o al padre de la presentadora.
Celia García Obregón, hermana de Ana e hija de la fallecida, ha sido una de las primeras personas en llegar al tanatorio, y poco después ha aparecido su sobrino Javier, hijo de Javier García Obregón, acompañado de su madre Paloma Lago. Para sorpresa de muchos ha pronunciado sus primeras palabras ante la prensa, diciendo que la ceremonia había sido preciosa y que pese a estar triste, le alegraba que tantas personas se hubieran acercado a dar el último adiós a su abuela. La familia unida
Ana, Celia, Amalia, Juancho y Javier, los cinco hijos de la fallecida, han estado muy unidos en estos momentos tan delicados para la familia, muy pendientes de su padre Antonio, que tiene una edad muy avanzada, no puede moverse por sí mismo y por eso es trasladado en silla de ruedas y está muy afectado por la muerte de su mujer, con quien llevaba casado 70 años.