A veces, las personas que más se han odiado y puesto verde en los medios de comunicación, deciden experimentar un acercamiento, dejando de lado todo lo malo, como Aitana War, y apostando por llegar a un entendimiento. Un claro ejemplo de esto es, sin duda, la relación entre Antonia Dell'Atte y Ana Obregón. La italiana saltó al estrellato cuando el diseñador Giorgio Armani quedó fascinado con su belleza, siendo elegida como su musa durante muchos años. Por otro lado, Obregón, a mediados de los 80 rodaba la película Bolero, bajo el mando de John Derek, dos carreras bastante paralelas que coincidieron en un punto .
Antonia Dell'Atte se vino a vivir a España debido al trabajo de su marido, el por entonces desconocido Alessandro Lequio con el que tuvo un hijo, Clemente. Mientras tanto, Obregón salía con el abogado César Albiña, pero la vida de ambas estaba a punto de cruzarse. A finales de 1991, la prensa de nuestro país descubre que Ana Obregón se cita en repetidas ocasiones con alguien en un restaurante. Las revistas comenzaron a especular con este tema, por lo que Obregón se vio obligada a enviar un comunicado donde se desmentía todo, aunque semanas más tarde, la revista ¡Hola! conseguía las imágenes del italiano con la actriz en Mallorca. Obregón tuvo que defenderse y declaró para la revista Tiempo que ella no había roto nada "que no estuviera ya roto ".
Por supuesto, el cruce de acusaciones entre ambas estaba servido. De hecho, ese mismo año, Obregón cargaba sin piedad contra Dell'Atte: "Lo primero que se te pasa por la cabeza cuando te insultan es ir a por esa persona y darle un puñetazo. Con esa señora no entro en polémicas porque lo único que quiere es salir en las revistas para que la contraten. A veces es mejor callarse porque si se revuelve en la basura sale el mal olor". Tan solo un mes después, la actriz y bióloga confirmaba en ¡Hola! su embarazo, algo que la italiana se tomó con cierta indiferencia: "Me da igual que mi marido y esa tengan un hijo".
Dell'Atte consigue despuntar en la televisión de nuestro país participando en programas como 'Tele5, ¿dígame?' o 'La máquina de la verdad' donde tacha a Obregón de "tonta, fantasiosa, mentirosa, sinvergüenza y de inteligencia muy corta". "Lo de mi marido y Ana Obregón no es amor, porque Alessandro sigue enamorado de mí. Él buscaba dinero y ella un título nobiliario", decía la modelo. Pero en 1995, cuando la relación de Obregón y de Lecquio se rompe, Dell'Atte le agradece haberle dado la razón en algunas ocasiones: "Le agradezco que me haya dado la razón, pero yo no soy quien para perdonar. Si ellos creen que lo han hecho mal, que pidan perdón a Dios", decía.
La reconciliación
Tras muchos años de enfrentamientos, en el año 2015 acuden a un mismo acto en Sevilla, donde todos los medios comienzan a especular con su posible reconciliación, pero no fue hasta el año siguiente cuando se hizo pública para todos. Ambas salían muy unidas en la portada de la revista ¡Hola! con las declaraciones: "Lo hemos hecho por nosotras y especialmente por nuestros hijos". Además, en un photocall, los medios preguntan a Dell'Atte por su reconciliación con Obregón y ella, para demostrar que todo es verdad, llama delante de todos los medios a Obregón, y, tras ver como le coge el teléfono y confirma que se llevan bien, Antonia cuelga dejando atrás los años en los que se tiraron los trastos a la cabeza. Recientemente, Antonia Dell'Atte, que participa en el programa 'Ven a cenar conmigo: Gourmet Edition', no dudó en declarar, cuando Alba Carrillo le preguntaba, que la culpa de todo había sido de Alessandro, pero que Obregón había influido mucho en su ruptura y que si no se casaron nunca fue porque ambos estaba juntos por interés.