Nadie hubiera querido escribir esta trágica noticia pero, por desgracia, el final que nadie esperaba sucedió. Álex Lequio, hijo de Ana Obregón y Alessandro Lequio, perdía su lucha contra el cáncer a los 27 años. El joven fallecía en Barcelona tras una gravísima recaída que no logró superar. A pesar de eso, su fuerza, su sonrisa y su positividad nunca será olvidada y será el ejemplo para todas aquellas personas que tengan que pasar por lo mismo.
Ana Obregón y Alessandro Lequio se encuentran completamente destrozados tras este palo, una sombra que siempre les ha acompañado desde el año 2018 pero de la que siempre creyeron que lograrían desprenderse. Por desgracia, Álex Lequio no ha podido más y el joven falleció junto a sus padres, quien además pasaron la última noche junto a él. Quien tampoco se ha despegado de él hasta el último instante ha sido su novia Carolina Monje, quien ha sido su luz en estos últimos años.
Los padres del joven se han apoyado mutuamente a pesar de estar separados y ahora son un pilar fundamental el uno para el otro. Tras el fallecimiento, Ana Obregón y Alessandro Lequio velaban el cuerpo en un tanatorio de Barcelona y, al día siguiente, emprendían el camino de vuelta hacia Madrid para enterrar a su pequeño. El rostro de ambos era el de absoluta desolación, intentando asimilar algo que les costará años superar.
La familia de Ana Obregón no se ha separado de ellos en ningún momento, principalmente las hermanas de la actriz, Amalia y Celia, quienes han pasado todo este trance desde Barcelona hasta Madrid con ellos. Ha sido ya en la capital donde Alessandro Lequio se ha encontrado con su mujer, María Palacios, y el resto de la familia de Álex Lequio. A las 5 de la mañana el coche fúnebre con los restos mortales del joven salían de Barcelona rumbo a Madrid y llegaban al tanatorio de La Paz custodiados por su novia Carolina Monje.
Un amor infinito
Los momentos vividos por la familia han sido profundamente dolorosos. Ana Obregón y Alessandro Lequio llegaban al tanatorio de riguroso luto y agarrados por el brazos. Tanto ellos, como Carolina entraban por la puerta principal, mientras que los demás miembros de la familia entraban por la puerta trasera. Según se ha podido saber, Álex Lequio ha sido incinerado y hasta esa pequeña ceremonia han acudido sus padres y su novia.
Los tres, ejerciendo de pilares los unos para los otros, se subían a un pequeño coche que custodiaba el coche fúnebre para poner rumbo al cementerio de La Paz situado al lado del tanatorio donde darían el último adiós al joven de la eterna sonrisa que nunca se rindió ante una lucha tan dura. Nadie podrá olvidar esa energía y es fuerza que tanto necesitan ahora los que más le querían.