Parece mentira, pero ya ha pasado un año desde que comenzó el momento más complicado para Ana Obregón y su hijo Álex Lequio. Tras vivir el peor año de su vida después de que le detectaran cáncer y estar inmersos en su tratamiento en Estados Unidos, ahora la actriz mira las cosas con perspectiva y ha querido hacer balance.
Este último año ha servido para que la relación madre e hijo se vea mucho más afianzada, y es que ella ha estado al pie del cañón en todo momento con él, apoyándole y dejando aparcado su trabajo para estar cerca de él. Lo cierto es que a pesar de todo, los dos siempre han tenido una sonrisa en su rostro y han procurado ser optimistas.
Concienciados y siendo un ejemplo
Para ambos, puesto que la pesadilla ya ha terminado, esta ha sido una gran lección de vida y debido a esta experiencia se han unida a varias causas para ayudar a la investigación de esta enfermedad que afecta a millones de personas.