La pareja tenía pocas ganas de hablar, ni siquiera de saludar quizá por el cansancio acumulado de las muchas horas de vuelo. La hija de Isabel Preysler, que mostraba un aspecto bastante más descuidado del que nos tiene acostumbrados, estuvo muy pendiente de su teléfono, mientras caminada tres pasos por detrás de Verdasco, que fue el encargado de llevar en el carrito todo su equipaje.
No parecían demasiado contentos, quizá por haber saltado la noticia puesto que siempre se han caracterizado por una gran discreción. Así, ahora, se ven obligados a dar un paso más en su relación. Y es que según la legislación de Catar una pareja no puede convivir bajo el mismo techo sin estar casados.
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Por tanto, tras meses especulando sobre quién sería la primera en la familia de Isabel Preysler en casarse, podríamos haber respuesta. De hecho, quizá el motivo de su regreso a España sea precisamente ese, el de legalizar su relación y así poder hacer realidad su deseo de residir en Doha sin incumplir la legalidad. Un 'sí quiero' que llegaría después de tres años de relación.