Justo en el momento en el que coincidieron en 2016 por vez primera en la mítica Peluquería Francis de Madrid, entre ellos se formó un vínculo especial basado en su pasión por la moda y la belleza, y es que ambos acudieron al centro de estética para ponerse unas extensiones, pero salieron por la puerta con algo mucho más valioso, importante y, sobre todo, real: su amistad. "Empezamos a hablar y fue como unión", apunta Gibaja.
Desde entonces, no se pierden una fiesta y juntos lo pasan de miedo bailando reggaeton al tiempo que empinan el codo para ponerse a tono con unas cuantas copas de licores de la risa... Vaya, lo que viene siendo una pareja típica de amigos jóvenes que no conciben un sábado noche en el que no se dejen caer por la Posada, Teatro Barceló o Gabana para derrochar estilo y unirse a otros colegas de la talla de Liz Emiliano o, en ocasiones, Alejandra Rubio.
Amigos y millennials
Tú a Guadalix, y yo... ¡También!
Teniendo en cuenta la facilidad que Gibaja y Marzoli tienen para conectar con el público, no es de extrañar que la organización de 'Gran Hermano' quisiera contar con ellos para formar parte de sus ediciones más VIPS. El madrileño fue el primero de este atípico dúo en entrar en la casa de Guadalix de la Sierra, y aunque lo hizo con mucha ilusión, la pena por separarse de su mejor amiga también estaba presente, pero la venezolana lo apoyó profundamente en esta nueva aventura. "Por favor, vívelo, demuestra cómo eres. Demuestra esa faceta espectacular que tienes y que te sale sola. No te quites nuestro collar, yo lo llevo siempre puesto. Que nuestro corazoncito se mantenga aunque sea en la distancia", le exclamó a través de Vanitatis.
Por desgracia para él, Gibaja se convirtió en el quinto expulsado y tuvo que ver cómo los 100.000 euros de premio caían en manos de Alyson Eckmann, pero al menos pudo reencontrarse con su incondicional para continuar con su apretada agenda de fiestas y eventos. Sin embargo, la unión les duró más bien poco porque al año siguiente fue Marzoli la que se encerró entre las cuatro paredes de 'Gran Hermano VIP' para competir con otros concursantes de la talla de Aramís Fuster o Chabelita Pantoja. "Os quiero un mundo", clamó la venezolana para despedirse de sus amigos, entre los que se encontraba el influencer y con quien quiso pasar sus últimas horas de libertad antes de entrar a concursar el 13 de septiembre de 2018. "Despidiendo a la super ganadora. No quiero verte hasta dentro de 3 meses", le decía el madrileño en una de las historias de su cuenta de Instagram.
Hasta que la muerte los separe
No hay pareja de amigos que se precie que no tenga una buena anécdota que contar, y la de Gibaja y Marzoli es más cruenta que divertida. Según relató el propio influencer a Bekia, una mujer les gritó que les tenía muchas ganas y aceleró el coche para intentar atropellarlos. Los colegas se llevaron un buen susto y, aunque la velocidad del vehículo no era excesiva, sí que iba lo suficientemente rápido como para hacerles "un destrozo". Juntos se repusieron de este mal trago y nada en la vida une más que estar a punto de morir junto a tu mejor amigo.
Por fortuna, todo quedó en un percance y todavía queda mucha Marzoli y Gibaja para rato. Los dos han entrado como un huracán a la escena mediática, dispuestos a arrasar con todo y a pasarlo genial mientras se forran yendo de evento en evento. Si ya de por sí el de infuencer se ha convertido en uno de los trabajos más codiciados por lo divertido que parece, todavía puede serlo más si compartes profesión con uno de tus mejores amigos, ¡que suerte tienen de tenerse!