Una amistad de clase alta
Preysler llegó a España con 18 años, cuando sus padres decidieron enviarla a casa de sus tíos, debido a una relación que mantenía con un chico de Manila. Sus familiares le abrieron un círculo de amistades de la alta sociedad en los que se encontraba la nieta de Franco. Entre sus otras amistades se encontraban Chichina Salas, Solin Castiella, Piluca Ardid o Marta Oswald, entre otras. Con ellas, las dos amiguísimas solían acudir a fiestas en el Club de Campo o daban divertidísimas fiestas teniendo en cuenta la época en la que se encuadra esta amistad. Un grupo de jóvenes, señoras bien en potencia, a las que se les requería para cualquier evento social en la capital. Y, cómo bien marcaba la tradición, poco después todas fueron conociendo a sus primeros maridos, llevando las preparaciones matrimoniales casi a la par.
Sus bodas, muy a la par
En 1972, Carmen Martínez-Bordiú contrajo matrimonio con Alfonso de Borbón y Dampierre, hijo del Infante Jaime, una boda en la que el dictador Franco era el padrino, por lo que supuso uno de los acontecimientos sociales más importantes de la época. Alfonso y Carmen se prometieron amor eterno en la capilla del Palacio del Pardo. En aquel momento, muchos creían que el dictador proclamaría a su nieto político como su sucesor, sin embargo, el Rey Juan Carlos fue el elegido como sucesor a título de rey. Su amiga Isabel Preysler se casó con el cantante Julio Iglesias un año antes, en enero de 1971 en Illescas, Toledo, por lo que las amigas no se robaron ni un minuto de fama entre ellas. Aunque bien es cierto que se rumoreaba que la boda de Preysler e Iglesias no había sido tan idílica, puesto que, si tenemos en cuenta que Chábeli Iglesias nació el 3 de septiembre, algo podría haber acelerado los planes del matrimonio.
Una segunda juventud juntas
Tras casarse, los dos matrimonios vivían en el mismo edificio de Madrid, donde jugueteaban con el hecho de ser señoras de su casa, pero una vez se cansaron de ese papel, ambas se divertían juntas y disfrutaban de los placeres de la vida. Con o sin sus maridos, sobre todo porque Julio Iglesias se pasaba la vida girando con sus conciertos, eran muy frecuentes en fiestas de la élite madrileña donde compartían veladas de risas y confidencias. Y, de ese fino despendole, ambas se divorciaron muy a la par también, Bordiú en 1979 (con el divorcio en 1982), donde Alfonso de Borbón se quedaba con la custodia de los niños. Preysler, harta de las infidelidades del cantante, decidía poner punto final a su matrimonio en 1978, meses antes que su amiga, a la que le pudo dar un poco de envidia la nueva etapa de su amiga. A día de hoy, siguen teniendo tantas cosas en común que, hasta el número de maridos, tres, es el mismo para ambas.
El peor momento de su relación
En los años 90 saltaron todas las alarmas sobre la posible enemistad entre nuestras amiguísimias. Incluso a Martínez-Bordiú se le preguntó por aquel entonces qué pasaba entre ellas, que se habían mostrado inseparables desde hace muchísimos años, pero ella evitaba dar una respuesta, tirando balones fuera. Sin embargo, en noviembre de 2017, la nietísima visitaba el plató de 'Sábado Deluxe' y le contaba a Jorge Javier Vázquez el porqué de aquel distanciamiento. Bordiú se encontraba en el programa 'Tombola' una noche, donde también era invitada Chábeli Iglesias. En su entrevista, tuvo varios encontronazos con los colaboradores, por lo que la hija de Isabel Preysler y Julio Iglesias se iba del plató harta de los ataques. Carmen Martínez-Bordiú no tuvo el valor de defender a la hija de su amiga, y fue ella quien asegura que se alejó de la musa de Porcelanosa al sentir que no se había comportado de manera correcta. También afirmó que su amiga jamás le había echado este episodio en cara.
A las duras y a las maduras
Sin embargo, eso no fue motivo para que la relación entre las dos terminase. De hecho, en el año 2014, cuando muere Miguel Boyer, marido de Isabel Preysler, Carmen Martínez-Bordiú se volcó en su amiga, trasladándose al domicilio de la pareja donde estuvo durante casi todo el día, ayudando a solucionar todo lo relacionado con el entierro. También estuvo encargada de contestar las llamadas telefónicas que querían dar las condolencias a la familia, entre ellas la de Mariano Rajoy, presidente del Gobierno y de algunos ministros y exministros muy ligados a la vida política de Boyer. Por si eso fuera poco, estuvo muy volcada en que todo lo que pasaba en la casa funcionase a la perfección en un duro momento como ese. Tras esto, en 2017, ambas dos protagonizan una portada juntas, reafirmando cuarenta años de amistad y demostrando que el Photoshop es su gran amigo.