La versión de la víctima
En el juicio se ha vuelto a hacer hincapié en la versión de la víctima, la cual ha sido ratificada por sus dos amigas. Además de sus versiones, la jueza cuenta con las pruebas recabadas por los Mossos d'Esquadra, como la cámara de vigilancia del establecimiento que muestra que la joven acudió al baño momentos después que el futbolista y los resultados de los exámenes llevados a cabo por los médicos que trataron a la joven tras el suceso. Además de denunciar los tocamientos del futbolista, las dos jóvenes también han reincido en cómo tuvieron lugar los hechos. Una de las amigas ha explicado que la víctima salió del baño tras lo que las investigaciones han descubierto fueron 16 minutos, y le pidió abandonar el local rápidamente.
Las jóvenes denuncian que desconocían que tras la puerta se ubicase un baño privado, y que pensaban que era una zona de fumadores, por lo que la víctima decidió acudir al llamado de Dani Alves, quien le habría pedido desde la puerta del baño que fuera junto a él. En su versión, una de las amigas incluso relata que acudió al baño de la zona genérica, pensando que era el único de la sala. Una vez la víctima salió del baño, una de sus amigas la acompañó hasta la zona del guardarropa, donde se reunieron con la tercera. Allí la joven comenzó a llorar, asegurando: "Me ha hecho daño".
El portero que ha testificado en el juicio fue quien se acercó a la joven para ver qué pasaba y quien, tras conocer lo ocurrido, la acompañó hasta una sala aparte para llamar a los Mossos d'Esquadra, encargados de investigar el caso. En un primer momento, la víctima se negó a denunciar, segura de que no la iban a creer pues se trataba de una "persona importante". La defensa del acusado, por su parte, asegura que persisten "las inconsistencias", negándose a hablar más al respecto: "No debo extenderme más por expresa indicación del juzgado".