Amanda Bynes no saldrá del hospital en el que permanece interna hasta que haya conclusiones definitivas sobre su estado mental. La polémica actriz se quedará dos semanas más en el área de psiquiatría de un hospital de Chicago, ya que su pronóstico no pinta nada bien.
Mientras, sus padres tratan de proteger a su hija exigiendo que las autoridades controlen sus acciones a través de un 'conservador', término empleado en la legislación estadounidense que consiste en la supervisión de una persona que está mentalmente enferma por parte de un profesional. Consideran que se reúne las condiciones adecuadas para solicitar que un profesional se encargue de su tutela, ya que para ellos la situación les desborda.
Si esta petición se acepta, además de la vigilancia sanitaria de la que gozará su hija, podrán tomar las decisiones más importantes a nivel profesional o personal por ella. Los padres están muy asustados de que la Corte les rechace su propuesta ya que piensan que si no ocurre, su hija "morirá".
Episodios de esquizofrenia
Según informa TMZ, los médicos que están estudiando el caso de Amanda Bynes consideran que sufre de una grave enfermedad mental con tendencias esquizofrénicas. Al parecer, la estrella tiene " una Amanda buena y una mala ". Cuando habla de su lado malo, ese que envía mensajes raros a través de su Twitter o consume drogas, empieza a morderse a sí misma y a "actuar como si le estuviese exorcizando".