La jurista ya era conocida entre su círculo laboral por pleitos de alto nivel, aunque con su apellido de soltera, Alamuddin. Tras conocerse en 2013 la relación con su marido, el actor George Clooney, su reconocimiento se catapultó a la escena internacional. Durante este tiempo ha mostrado su rechazo al ex Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y se ha posicionado a favor del partido demócrata. Sin embargo, su gran influencia en el Tribunal Penal Internacional había pasado desapercibido hasta la fecha.
Amal Clooney y el actor, George Clooney, siempre se han mostrado a favor de las buenas causas. De hecho, la pareja impulsó la Fundación Clooney por la Justicia (Foundation for Justice), creada con el fin de proporcionar su apoyo a las víctimas de la guerra de Ucrania, y ahora también se centran en el conflicto que se lleva a cabo en Oriente Medio.
El comunicado de la abogada
"A pesar de nuestros distintos antecedentes personales, nuestras conclusiones jurídicas son unánimes", indicaba Clooney. Y ha añadido: "Hemos determinado por unanimidad que el Tribunal tiene competencia sobre los crímenes cometidos en Palestina y por ciudadanos palestinos. Hemos concluido de forma unánime que hay motivos razonables para creer que los dirigentes de Hamás Yahya Sinwar, Mohammed Deif e Ismail Haniyeh han cometido crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, incluida la toma de rehenes, asesinatos y crímenes de violencia sexual. Hemos concluido de forma unánime que hay motivos razonables para creer que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, han cometido crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, entre ellos la inanición como método de guerra, el asesinato, la persecución y el exterminio", ha sentenciado Clooney.