La actriz y el empresario han disfrutado del inicio de esta fiesta religiosa con sus hijos, vestidos de mininazarenos.
Hacía tiempo que no se les podía ver a Rosauro Varo y Amaia Salamanca junto a sus tres hijos, Olivia, Nacho y Mateo, pero con motivo del inicio de la Semana Santa de Sevilla esta estampa familiar ha sido posible de capturar. Los dos, felices y sonrientes, han estado en la ciudad hispalense con los niños con motivo del Domingo de Ramos.
La actriz y su pareja han coincidido con el Presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno Bonilla y su mujer Manuela Villena, quienes a su vez iban con sus tres Juan Manuel, Fernando y Alonso. Las dos familias con una gran sonrisa han posado ante las cámaras, sobre todo los más pequeños, que iban vestidos de nazarenos con túnicas blancas y capirotes tradicionales en estas fechas, así iban a formar parte de una de las procesiones de esta festividad. Nueve hermandades debían desfilar por la llamada Carrera Oficial, que son la Borriquita, Jesús Despojado, la Hiniesta, la Paz, la Cena, San Roque, la Amargura, la Estrella y el Amor, pero el mal tiempo ha impedido que fuera posible. Por su parte, Amaia Salamanca y Rosauro Varo no han faltado una vez más a la tradicional cita donde el vicepresidente de Movistar+ ejerce de anfitrión, puesto que esta es la ciudad de él. La familia reside en Madrid, pero en momentos como este se escapan cuando pueden.
La pareja siempre ha sido muy discreta en cuanto a su vida privada, aunque nunca se han escondido y han llevado una vida familiar con la máxima naturalidad posible. Otros años se les ha podido ver juntos en los balcones que tienen las mejores vistas para ver las procesiones, y ahora quienes iban a participar eran sus hijos, aunque el mal tiempo no lo ha permitido. No hay crisis
Por lo pronto, esta imagen más que familiar evidencia que entre ellos no existe ninguna crisis, pese a que en los últimos tiempos no han parado de sucederse los rumores. Fue en noviembre de 2023 cuando la revista ¡Hola! compartió una fotos de ambos en actitud cariñosa, acallando las habladurías. Está claro que son discretos, pero eso no significa que en su relación de más de una década exista algún problema que derive en separación.