El pasado sábado tuvo lugar el enlace de Mikel Salamanca, hermano de Amaia Salamanca, que asistió a la boda junto a su pareja, Rosauro Baro. La ceremonia, que fue civil, se celebró en Puro Beach de Marbella y estuvo plagada de numerosos invitados que no dudaron en asistir al feliz acontecimiento.
Poco antes de las ocho de la tarde, hora a la que tuvo lugar la boda, llegó Amaia acompañada de su novio. Con un vestido largo estampado en tonos negros y beige y una cartera de Chanel, iba de lo más elegante, al igual que su madre, Rosa Ana, que ejerció de madrina. Los hombres, incluido el propio novio, apostaron por atuendos más informales y renunciaron a la corbata.
Amaia Salamanca rompió a llorar de emoción
La novia hizo su aparición de lo más puntual y acompañada de su padre y padrino. Amaia había preparado un pequeño pero emotivo discurso para los novios, unas palabras tan sentidas que incluso a ella le hicieron llorar. Tuvo que interrumpir su discurso varias veces para poder contener las lágrimas y continuar.
Después fueron los novios los que quisieron dedicar unas palabras a todos los invitados, antes de darse el 'sí, quiero', tras el que todos los asistentes estallaron en un sonoro aplauso. Después de la ceremonia, se celebró un cóctel alrededor de la piscina del Puro Beach.
Tras el cóctel llegó la cena, con los ciento cincuenta invitados bien colocados en las correspondientes mesas. Y más tarde hubo baile, barra libre y muchas actuaciones hasta altas horas de la madrugada. Para culminar la fiesta, se soltaron unos farolillos voladores, que ofrecieron una imagen inolvidable con la que todos los invitados quedaron encantados.
No faltó nadie de la familia de Amaia. Incluso su abuela, por la que la actriz siente auténtica devoción, que vive en el País Vasco, viajó hasta la otra punta de España para participar en un día tan importante en la vida de su nieto y de toda la familia.