Aunque su proceso de separación no ha sido fácil, Sonia Ferrer y Marco Vricella han enterrado el hacha de guerra por el bien de su pequeña Laura, la hija nacida fruto de su matrimonio. Ambos acudieron a la fiesta de Navidad organizada en el colegio de la niña.
El cirujano plástico llegaba con la pequeña, a la que le estuvo colocando su falda de pastorcilla, y tras ellos se encontraba la presentadora, que pudo darle un abrazo y un beso antes de la actuación. Así, se ve el acercamiento que se está produciendo entre la pareja.
Juntos presenciaron la actuación de su hija y allí también estaba Álvaro Muñoz Escassi, que acompañaba a Sonia en este día en el que le dieron las vacaciones de Navidad a la pequeña Laura, que salía del centro sobre los hombros de su padre y llevando la bolsita de chuches que le habían regalado.
Sonia Ferrer se queda con la custodia de Laura
Estas imágenes de la presentadora y el cirujano plástico son las primeras que se toman de ellos desde que se conoce el auto dictado por el juzgado de El Escorial, en el que se le otorga de forma provisional la custodia de la niña a Sonia, así como una pensión mensual de 1.500 euros para la manutención de la pequeña y no para ella, a la que no corresponde ninguna cantidad económica. Esto es a la espera de conocerse la sentencia definitiva de divorcio, algo que tendrá lugar el próximo año.
Así, la niña vivirá con su madre en el que ha sido el hogar conyugal de la pareja y pasará los fines de semana alternos y un día entre semana con su padre, si es que no hay ningún cambio de última hora.