Después de que saliera a la luz que Alice Campello habría intentado alejar a Álvaro Morata de su familia, parece que el protagonista de la historia ha querido salir del paso, dejando claro que estas informaciones no son ciertas. Fue Alexia Rivas quien contó en 'En todas las salsas' que el futbolista podría llevar unos nueve años sin cenar con su familia, en concreto desde que dio comienzo su relación con la italiana. " Morata no podía seguir aguantando esas faltas de respeto ni las restricciones de su mujer", contó la colaboradora.
Pero nada más lejos de la realidad, ya que Javier de Hoyos ha podido corroborar que esta información no es cierta, algo que ha podido hablar de manera directa con Morata. "A mí lo que me dice Álvaro Morata es que eso es mentira. Que él nunca ha sentido que Alice Campello le controlase o le alejase de su familia. En ningún momento Alice le alejó de su familia ni le impedía cenar con ellos ", ha dicho el colaborador de 'Ni que fuéramos Shhh'.
También se ha llegado a decir que la gota que colmó el vaso fue la actitud de Alice Campello cuando Morata ganó la Eurocopa con la Selección Española de Fútbol, ya que él quería bajar al campo no solo con ella y sus cuatro hijos, sino también con sus padres, y ella se habría enfadado, pidiendo que sus padres no estuvieran presentes, sino que en cambio estuvieran dos amigas suyas. Tampoco se sabe si esto es cierto, pero lo que está claro es que al poco tiempo tomaron la decisión de separar sus vidas.
Pese a que a través de las redes sociales su matrimonio parecía idílico, las cosas entre ellos no estaban bien. La principal razón por la que no han continuado juntos es porque no se entendían mucho y sus discusiones cada vez eran más grandes. Asimismo, no querían que todo esto afectara a sus cuatro hijos, quienes se dan cuenta de todo. La relación entre ellos es cordial básicamente por eso, por el bien de los cuatro hijos que tienen en común.
Separados, pero cercanos
Por otro lado, pese a que se hayan separado, podrán estar cerca porque ella finalmente ha decidido mudarse a Milán con los niños, lugar al que se había trasladado él un poco antes tras fichar por el equipo de la ciudad. Sus hijos podrán ver más a menudo a su padre, si bien es cierto, Morata no está tan contento como se esperaba, porque realmente su vínculo con Campello tendrá que seguir siendo muy fluido por razones obvias, y él en este momento quiere tranquilidad en su vida.