El futbolista, que acaba de pasar por el altar, concedió una entrevista a la revista GQ con motivo de su reciente boda, y es que a Álvaro Morata se le presenta un verano de diez. Acaba de casarse, ya está disfrutando de su luna de miel en las Seychelles y está concentrado con la mente puesta en el próximo mundial de Rusia del año 2018.
Solo un año después de conocer a Alice Campello ya tenía claro que era el amor de su vida, y el jugador de fútbol ha dicho: "Algunos amigos me dicen que lo bueno de casarme con 24 años es que así voy a tener más tiempo para organizar el resto de mis bodas", añadiendo: "Lo cierto es que solo llevamos un año y medio, pero ya hemos superado la barrera de vivir juntos y estamos seguros de lo que hacemos".
Después de su paradisíaco viaje de novios tienen pensado seguir disfrutando del verano en Ibiza, uno de los destinos preferidos de los famosos, o de Mallorca con la familia de él, y más tarde la pareja visitará Cerdeña para pasar un tiempo con los padres de Campello.
Nuevas ilusiones
En cuanto a lo profesional, la próxima temporada llegará cargada de compromisos para Morata, e incluso hay rumores de que podría cambiar de equipo y habla de la Selección Española y de sus vibraciones: "Para las nuevas generaciones es muy difícil, si no imposible, competir con el recuerdo de aquel equipo que ganó todo entre 2008 y 2012. No obstante, todos los futbolistas seleccionables tenemos la ilusión de hacer algo grande con España. Mi sueño de niño siempre fue acudir y ganar una Copa del Mundo, así que espero estar muy ocupado en junio y julio de 2018".