"Cuando llegó era muy inocente, tenía muchos miedos, no sabía nada del mundo de la televisión. Le tuve mucho cariño, la protegí, la adopté como si fuese mi hermana pequeña, pero esto es como los adolescentes, que las madres somos malísimas porque decimos lo que no quieren escuchar y sus amigos son los mejores porque les dicen lo que sí quieren oír, aunque no estén en el poder de la verdad", así empieza a hablar de Esteban.
A pesar del buen rollo inicial, las broncas entre ellas fueron continuas, lo que consiguió que su relación se rompiera, según ha contado Alicia Senovilla: "Pasé de ser su hermana mayor a su peor enemiga, porque decía cosas que ella no quería ver. Y yo veía y escuchaba cosas que me hacían daño. Me retiré y ya está, no soy la guardaespaldas ni la madre de nadie".
Sin malos deseos
Pero todo lo que haya pasado entre ellas no es motivo suficiente para que Senovilla le tenga rencor. Es más, se arregla de todo lo que ha conseguido hablado del mismo tema durante tantísimos años, y es que Alicia Senovilla se caracteriza por ser una persona de lo más optimista.